Estado del firme de la calle.

Las obras para levantar el edificio de apartamentos turísticos en la playa de Rodeira, en Cangas, mantiene a los vecinos en alerta. Tanto en lo que concierne a su legalidad, como también en los daños colaterales que sufre el entorno. Advierten de que se está hundiendo el asfalto de la calle Rodeiriña que desemboca en la construcción por la continua presencia de hormigoneras, “hasta tres al mismo tiempo”, manifiestan los testigos. Así se lo hicieron saber la semana pasada de forma oficial al gobierno local a través de una instancia xeral por el registro electrónico del Concello acompañada de fotografías demostrativas de la situación del firme. 

Dos hormigoneras al mismo tiempo en el entorno de la obra.

Durante la mañana de ayer, además, estos vecinos pudieron reunirse con la concelleira de Seguridade, Pilar Nogueira, quien les indicó que la Policía Local acudiría hasta este punto para hacer un informe que especifique qué daños pudieran estar ocasionando sobre el asfalto el trasiego de camiones con cemento para, si es conveniente, poder reclamarle a la propiedad de la obra su reposición para que la calle quede, al menos, en el mismo estado anterior al inicio de los trabajos.

Otro de los asuntos que preocupaba a los vecinos era la eliminación de plazas de aparcamiento en el entorno de la construcción y la colocación de señalización vertical para prohibirlo todos los días laborables de la semana. En este sentido, afirman que desde el Concello se ha dado marcha atrás en este asunto y que únicamente indicarán la restricción con vallas que se instalarán en los momentos en los que se prevea la llegada de camiones pero no de forma continua.

Los promotores de la obra, unos vecinos que ya cuentan con otra instalación turística en el mismo lugar, cuentan con licencia municipal para construir 15 apartamentos para un total de 76 plazas a pocos metros de la arena de la playa de Rodeira. Además, este edificio está situado a la vera del regato das Saíñas, en un lateral del parque infantil y de la pista de skate.

Una obra polémica

El problema es que sobre esta parcela ya llueve sobre mojado y los vecinos del entorno temen que en esta ocasión pueda existir clientelismo político. No es la primera vez que una promotora intenta levantar viviendas en este lugar y acaba quedándose con las ganas al no lograr permiso. La última vez fue una empresa de Ponteareas quien solicitó licencia al Concello pero le fue denegada. Los propios vecinos explican a Atlántico que algunas de esas empresas que en el pasado estuvieron interesadas en edificar se han puesto en contacto con ellos para trasladarles que desde la administración local solo se les autorizaba a construir en la parcela norte, la que linda con la Avenida de Ourense, con un máximo de altura marcado por los edificios actuales, pero nunca en la que ahora están ejecutando obras pese a que estaban dispuestos a ceder el doble. 

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