El gobierno local votando a favor del pago de las facturas.

Se incluyen facturas de trabajos que fueron contratados a pesar de no haber crédito suficiente, no cuentan con contrato o son de dudosa legalidad. Una parte importante corresponden a las Fiestas del Cristo del 2022

Se jugó con el populismo, pero el paquete de facturas que el tripartito presentó en el pleno de ayer pidiendo el apoyo de la oposición para poder pagarlas tiene su miga. Y hasta un tufo. Solo basta con leer el informe del Interventor en el que se advierte de una forma muy clara que quien apoye con su voto su abono está asumiendo «responsabilidades» legales y, como apoyo, recoge varias sentencias de casos similares. Es decir, que por algún motivo el pack de deuda que presentó el gobierno local no cumple con la ley y se ha tramitado de forma irregular. Una irregularidad podría ser, por ejemplo, haber contratado trabajos «a dedo» y sin contrato, aunque esto no se especificó.

Esto no quiere decir que todas las que están incluidas en los dos Reconocimientos Extrajudiciales de Crédito (REC) sean ilícitas pero, con que una de ellas lo sea ya es suficiente para asumir el peso de la ley. De ahí que la oposición reclamase reiteradamente poder conocer con detalle cada una de ellas, a qué concellería o área pertenecen y porqué no se pagaron en su momento. Hay facturas pendientes de 2022 y 2023. Algunas de autónomos, pero también otras de empresas de mayor tamaño e, incluso, de trabajos que generan dudas razonables. Muchos de los proveedores están relacionados con las Fiestas del Cristo de Cangas del año 2022, lo que puso la edil de Cultura, Aurora Prieto, en el foco, pero también con los servicios de informática o con la gestión de la piscina.

El gobierno local necesita 11 votos favorables para sacar adelante este pago pero en el pleno de ayer solo consiguió 10. Pese a que por parte de Alternativa dos Veciños (AV) se pidió la retirada del expediente para darle la opción al gobierno de sentarse a analizar la deuda y permitir que los proveedores que hayan realizado su trabajo conforme a la ley puedan cobrar, finalmente el tripartito rechazó esta opción y, como era de esperar, la propuesta no salió adelante. El Concello de Cangas tiene en el cajón, que se sepa, facturas por un valor superior a 1,3 millones de euros. Sin embargo, en la sesión de ayer solo se habló de un agujero de algo menos de 400.000 euros. Es decir, en un futuro volverán al pleno estas pero también otras muchas que, de momento, no se han hecho públicas.

El PP desveló que en las últimas semanas hay concelleiros del gobierno que están señalando a la oposición como «culpable» de que el Concello no les pague lo que les debe. Y, como consecuencia, explicó el edil Pío Millán, están sufriendo un «chantaje» de estos acreedores que no van a tolerar.

Un vez finalizado el pleno, y con las cámaras ya apagadas, a puerta cerrada, una de las personas a las que se le debe dinero puso al gobierno contra la pared. Advirtió al tripartito de que si no cobra, en febrero, pese a que la ley lo exige, no realizará la revisión de las calderas de los edificios públicos, incluidas las escuelas infantiles y los colegios.

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