Silva y Santos, durante la visita al Camiño esta mañana.

El tramo del Concello de Cangas saldrá a licitación el 9 de noviembre

Las comunicaciones entre los concellos de Moaña y Cangas mejorarán una vez terminen las obras del “Eixe de Mobilidade Segura de Interconexión dos
centros urbanos de Moaña e Cangas”, que la Diputación de Pontevedra está impulsando en el marco del plan DepoRemse. El proyecto, que en el lado de Moaña está muy avanzado, fue visitado por la presidenta provincial, Carmela Silva, y la alcaldesa moañesa, Leticia Santos, acompañadas de los otros concelleiros del gobierno y del diputado Santos Héctor.

Una vez que se complete con la ejecución de la parte que corresponde al Concello de Cangas, se cerrará un proyecto de movilidad segura tan singular que, en palabras de Carmela Silva, “no hay ningún que sea comparable en toda Galicia”.

La actuación supone la recuperación, con criterios del siglo XXI, del histórico Camiño Real que une ambas localidades a lo largo de 5,3 Km, de los que 2,9 corresponden al término municipal de Moaña. La inversión en este municipio es de 574.962,77 euros aportados por la Diputación (485.357,50 euros de la subvención del plan DepoRemse y el importe restante con el Plan Concellos).

Las obras, que atraviesan cuatro núcleos de población históricos y afectan a más de 400 propiedades ubicadas en sus orillas, están siendo ejecutadas por la empresa Covsa, que apura los últimos finales en materia de servicios, equipaciones y mobiliario urbano.

Técnicos junto con los representantes del Concello y de la Diputación durante la visita al Camiño.

El tramo de Cangas se licitará en 9 de noviembre

La parte correspondiente a Cangas será licitada el 9 de noviembre de noviembre, avanzó la presidenta. Carmela Silva calificó este proyecto como “el más especial de todos los “ depoRemses” que tenemos en marcha”; “hemos hecho muchas cosas y muy buenas, pero yo estoy segura de que lo que estamos creando entre Moaña y Cangas va a ser copiado”. La presidenta, que significó que tenía muchas ganas de “pasear y sentir esta obra”, destacó que “tiene el enorme valor de que surge del acuerdo entre dos ayuntamientos”.

Explicó que hace 5 años, cuando un nuevo Gobierno llegó a la Presidencia de la Diputación, se puso en marcha “un modelo valiente para construir nuevos espacios y territorios de movilidad amable, con las personas en el centro”. “La pandemia los mostró que precisamos de espacio público para la gente, que acertamos con este modelo, que supuso cambiar del piche y los monstruos de cuatro ruedas a las personas”, valoró. Silva Rego añadió que estamos delante de un “proyecto único” pues tiene en cuenta a niñas/los, mayores, personas con diversidad funcional y la mujeres y hombres, poniendo en valor “paisajes increíbles y arquitectura tradicional”, que respeta el medio ambiente y que se relaciona directamente con otros proyectos auspiciados por la Diputación en Moaña y en Cangas, como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, la red Ágora y los Caminos Escolares Seguros. “Estamos haciendo historia en la provincia de Pontevedra y en Moaña”, recalcó antes de felicitar expresamente al Gobierno local y a su alcaldesa.

Un proyecto nacido en la Asociación de Vecinos O Pegho

La primera munícipe, Leticia Santos, recordó que el proyecto fue cobijado por Moaña y Cangas, pero la idea original nació de la asociación de vecinos O Pegho de Tirán. La alcaldesa rememoró el intento frustrado de conseguir fondos europeos Edusi, una decepción que quedó superada “cuando la Diputación apareció para presentarnos la línea de subvenciones DepoRemse y nos dijo que esto era lo que buscaban; para nosotros es una honra haber conseguido la máxima puntuación en esta convocatoria”. “No estamos haciendo una autovía”, recalcó, “sino un aprovechamiento de viales existentes para convertirlos en un camino con perspectiva de género, de igualdad de oportunidades, de respeto medioambiental y de movilidad sostenible”.

Finalmente, indicó que esta nueva ruta tiene, además, valores literarios, pues Moaña, y especialmente esta parte de Tirán, forman parte de los paisajes del libro “O último barco”, de Domingo Villar.

Moaña obsequió a la presidenta de la Diputación con un ejemplar del libro.

El proyecto supone la recuperación integral de la antigua traza del Camino Real que comunicaba por la costa los núcleos de Moaña y Cangas, configurado actualmente por carreteras municipales heterogéneas y sin ordenar correctamente. Con esta obra se configura una alternativa peatonal-ciclista segura a la PO-551, la carretera comarcal que vertebra O Morrazo y que resulta especialmente peligrosa y poco “amistoso” con la movilidad sostenible y residencial.

Los 2,9 Km del Camino Real que transcurren por Moaña quedan estructurados en 6 subsectores en función de las características del vial existente: Rodeira, Vilela, O Foxón, Igresario, A Mansadía y O Con, todos ellos con velocidad limitada a 20 Km/ h.

El azul separador

El diseño se basa en un tratamiento de plataforma única en el que destaca la instalación de una banda continua de “slurry” de color azul (color corporativo en Moaña y Cangas para marcar las infraestructuras peatonales) que funciona como un tutor para separar a los vehículos y crear un espacio seguro para los peones. Al mismo tempo, la propia banda ofrece un carril para bicicletas, patines, patinetes y vehículos de movilidad adaptada. En los cruces la banda azul se amplía hasta los 3 metros creando una “lengua” que marca la preferencia peatonal-ciclista y da la sensación de espacio restringido para los vehículos.

La obra incluye también la creación de placiñas y espacios de ocio, con mobiliario urbano: bancos, fuentes, papeleras, una canasta de minibasket, una pérgola y aparcamientos para bicicletas.

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