Si no sale adelante la prórroga que plantea el gobierno local a la actual empresa hasta la próxima licitación, los usuarios quedarán sin atención y las trabajadores irán al paro

Que el Servicio de Atención no Fogar (SAF) continúe atendiendo a una media de 126 familias en Cangas a partir del viernes depende del resultado del pleno extraordinario que se celebrará ese mismo día para tratar este asunto. Es este órgano el que debe avalar el acuerdo del gobierno local con la actual empresa para continuar gestionando el servicio hasta que lo haga la nueva empresa que dentro, aproximadamente, tres meses. Y es que tras un primer intento de licitación fallido, el próximo 25 de septiembre la concellería de Servizos Sociais volverá a llevar en el orden del día del pleno ordinario los pliegos para un nuevo concurso y a partir de ahí se deberán realizar los trámites administrativos oportunos hasta que comience a funcionar la nueva concesionaria del servicio.

De no contar el gobierno local con el apoyo necesario, se pondría fin a la prórroga y, por tanto, el servicio finalizaría de forma radical ya que el contrato terminó el pasado 31 de agosto. Esto significa que los usuarios se quedarían sin atención de un día para otro y que las trabajadoras pasarían a formar parte de las listas del paro. Una elección que parece tan sencilla, lo cierto es que no lo es y el principal escollo es el incremento en el precio de la hora que el Concello deberá pagarle a la empresa. Si en 2017 cuando se firmó la concesión por tres años era de 11,64 euros por un total de 3.574 horas, actualmente sería de 13,85 € (2,20€ más) y la oposición no está dispuesta a ponérselo fácil.

Pero ¿cuál es el motivo de este incremento? Según Servizos Sociais, la negociación que el anterior concelleiro de este área, Tomás Hermelo, realizó en este tema y de la que no dio cuenta al pleno, máximo órgano que regula los contratos de cuantías importantes como la del SAF. Cualquier modificación del contrato con la empresa debe ser debatido por la corporación pero de las 1.500 horas (sobre 5000 en total) a mayores de las recogidas en el acuerdo con la empresa (3.574 horas) que el Concello no se dio constancia aunque sí fueron abonadas. Éste incremento de horas hace que la empresa no acepte una prórroga del contrato con las mismas condiciones y exija aumentar los 2,20 € en cada hora. De lo contrario, el servicio dejaría de prestarse de forma inmediata hasta que finalice la nueva licitación.

Desde Avante!, agrupación vecinal a la que pertenece Hermelo, ya han criticado esta prórroga y acusan al gobierno local de «modificar las condiciones iniciales del contrato» y de «acceder a las peticiones de la concesionaria» a pesar del informe desfavorable del secretario.

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