Apenas duró unos minutos pero provocó un varias decenas de llamadas a los servicios de emergencia en Moaña, Cangas y Bueu

Aunque el aviso de fuertes rachas de viento y lluvias intensas ya se sabía tras la alerta del Servicio Galego de Meteorología, las consecuencias llegaron principalmente por la tarde. Por la mañana, el protagonista fue el viento que obligó a dejar amarradas las embarcaciones en Moaña, Cangas y Bueu por precaución. En tierra, los contenedores volaron pero las incidencias no pasaron de ahí. Sin embargo, entre las 17.00 y las 18:00 de la tarde la situación se agravó por las trombas de agua que cayeron en la comarca. Cayó tanta agua en en poco tiempo que provocó inundaciones en los tres concellos.

En Cangas se vieron afectados el pabellón del colegio San Roque y la carretera que da acceso a de Espiñeira, en Aldán. También tuvo que retirarse un tronco de unos 7 metros de longitud del cauce del río Bouzós y que con la fuerza del agua estaba el desagüe. En Bueu, afortunadamente, el río Bispo no se desbordó gracias a los sacos de arena pero los bomberos sí tuvieron que retirar una plancha metálica de un edificio de la calle Pazos Fontenla. Por último, en Moaña hubo inundaciones en A Marrúa por las aguas provenientes de la autovía.

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