Depósito de agua de Palmás, en Domaio.

Este punto se encuentra a medio camino entre los centros hospitalarios de Vigo y el municipio cangués y ha sido elegido por los sanitarios para realizar esta «transferencia en ruta»

Aunque puede sonar raro, incluso llamar la atención en el aspecto más negativo, lo cierto es que es una práctica positiva y recomendada por los sanitarios. Así se recoge en el protocolo Progaliam (Programa Galego de Atención ao Infarto Agudo de Miocardio) del Sergas y cuenta con el visto bueno de todo el personal sanitario, tanto de emergencias como de los centros hospitalarios. Es lo que se conoce como «transferencia en ruta» que, como su nombre bien indica, significa que en un punto intermedio entre dos municipios (el de procedencia del paciente y el del centro hospitalario) determinado por los sanitarios se cambia al paciente con Síndrome Coronario Agudo (infarto) de una ambulancia medicalizada común a otra también medicalizada más avanzada y especializada en este tipo de patología desde la que mantienen contacto directo con la unidad de hemodinámica del hospital Álvaro Cunqueiro hasta la llegada del enfermo al complejo hospitalario que se determine por su salud.

Ambulancias del 061 a las puertas del centro de salud de Cangas.

Es lo que ocurre cuando un vecino o vecina de Cangas sufre un infarto. Tras ser atendido por una ambulancia medicalizada con base en la comarca, normalmente en Cangas, se traslada al enfermo hasta el punto intermedio, que en este caso se acordó fuera el depósito de agua de Domaio (Moaña) por su buen acceso a la autovía del Morrazo en ambas direcciones, y es ahí donde se produce esta transferencia a la unidad avanzada para una mejor atención mientras continúa su viaje hasta Vigo. En en el transcurso de esta ruta donde los hemodinamistas determinan la gravedad del paciente y el centro sanitario de destino.

En muchas ocasiones los familiares interpretan esta práctica como una falta de medios del sistema sanitario gallego pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una técnica que mejora la atención a estos enfermos con patología cardíaca potencialmente mortal en el menor tiempo posible y durante el trayecto de ida al hospital.

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