La alcaldesa asegura que los indicios apuntan a un vecino como autor de este atentado contra la naturaleza, aunque no hay pruebas. Plantará ejemplares de mayor tamaño
El vandalismo se ha instalado en el área verde de Rodeira castigando a los árboles más antiguos y también a los nuevos que fueron plantados por los niños hace apenas unas semanas dentro de la iniciativa impulsada por la asociación Picapau que representa Ramiro y que fueron cortados de cuajo en la madrugada del lunes al martes. Para disuadir a los infractores la alcaldesa, Araceli Gestido, se comprometió a “estudiar la posibilidad legal de poner cámaras para evitar que pueda volver a haber atentados de este tipo” que calificó de “indignantes”.
Sobre la autoría, la regidora, afirmó que existen “indicios» pero “sin pruebas” las fuerzas de seguridad tienen “las manos atadas” para poder actuar contra los infractores. Precisamente por este motivo, prefiere ser prudente pero sí apunta la máxima responsable del Concello de Cangas y aunque desde la Policía Local “existen varias líneas de investigación» los indicios apuntarían a “un vecino” del entorno “al que les deben de molestar” los árboles.
Aunque no concretó qué tipo de árboles se replantarían, ni en qué fecha se haría, sí que explicó que su tamaño estaría condicionado por los accesos a este jardín anexó a la pista de skate ya que no podrían acceder camiones de gran tamaño.
Gestido fue la única persona del gobierno local que acudió a este encuentro-protesta vecinal que aglutinó a una decena de ciudadanos indignados con esta acción. No hubo representantes del PSdeG ni de IU, socios de gobernanza de Gestido. Por el contrario, sí que asistieron dos ediles del grupo municipal del PP, Francisco Soliño y Verónica Gómez, que permanecieron en un segundo plano, pero quisieron dejar constancia de su apoyo y del de administraciones con la Diputación que fue la que donó los árboles que fueron plantados por los niños, seis en total, de los cuales solo quedan vivos dos de ellos.