Un foco de vertido.

Ha encargado a FCC-Aqualia una campaña para revisar las incorporaciones de aguas blancas a la red de saneamiento donde exista red de pluviales

Tras la carta enviada el jueves por parte de Aguas de Galicia al Concello de Moaña mostrando su «preocupación» por los vertidos a la ensenada y solicitándole soluciones, el gobierno local contraataca reprochando al ente autonómico que no reinvierta en los vecinos de Moaña los más de 200.000 euros que cobra anualmente por el canon de saneamiento. A través del edil de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, afirma que existe un «compromiso del gobierno municipal de avanzar en solucionar el problema de los vertidos» pero recuerda que «la cantidad invertida podría ser mayor si Aguas de Galicia invirtiese en Moaña cuanto menos la mitad de lo que recauda».

Por otro lado, desde el bipartito también se anuncia la solicitud a la empresa FCC-Aqualia de una campaña de «revisión de las incorporaciones de aguas blancas a la red de saneamiento donde exista red de pluviales». Una medida que, a juicio de Barreiro, debe centrarse inicialmente «en los aportes procedentes de fuentes y regatos y en revisar las conexiones de las viviendas privadas que incorporan aguas pluviales a la red de saneamiento procedentes de las cubiertas».

El gobierno local explica que la presencia de las aguas blancas en la red de saneamiento lleva a situaciones «atípicasT como el hecho de que «el 76% del caudal tratado en la EDAR de Moaña durante el mes de noviembre fuese agua limpia». Para ello, aporta datos. Según relata, la EDAR trató 490.000 m3 durante lo pasado mes de noviembre, una promedio de 16.300 m3 diarios, de los que sólo 120.000 se corresponden con aguas residuales. La capacidad de tratamiento de la EDAR es de 8.750 m3 día por lo que esta trabajó al doble de su capacidad durante este mes de promedio. Los días de máximo caudal este llegó a los 23.000 m3 día, casi tres veces a capacidad de la EDAR. Esto, dice, se debe la incorporación de aguas pluviales a la red de saneamiento. «El Problema radica en que las aguas limpias, una vez incorporadas la red de saneamiento, se contaminan con el agua residual que circula por el sistema siendo necesaria su depuración. Necesitamos evitar la incorporación de estas aguas al sistema para evitar incapacidades en momentos de lluvia», concluyen.

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