La marinense Raquel Carragal imparte todas las mañanas de lunes a viernes clases de pilates a través de sus redes sociales. Sin moverse de su casa ya ha recorrido media España y parte de Francia

Quedarse en casa no significa ser pasivo, descuidarse ni aburrirse. Raquel Carragal, una marinense que decidió abrir una ventana al mundo con sus clases de pilates, ya ha recorrido España e incluso parte de Francia. Y sin salir de casa. Su únicas herramientas, las redes sociales, un móvil y la profesionalidad que le avala como propietaria del centro de recuperación funcional Aläia.

Al decretarse el estado de alarma, Raquel tuvo que cerrar y muchos alumnos le pidieron entrenamientos personalizados para mantener el contacto y no cortar de raíz las clases. En ese momento, decidió poner directos en su facebook y la sorpresa fue que al otro lado había seguidores de media España (Sevilla, Asturias, País Vasco…) pero también de fuera de nuestra fronteras como Francia. «Estoy super contenta, a mí me gusta mucho trabajar, acercar a la gente la actividad física con un lenguaje sencillo y hacerles entender cosas tan básicas como porqué tienen que mover un brazo o una pierna. Muchas veces los profesionales hablan de una forma muy técnica que los pacientes no entienden y eso hay que evitarlo», explicó Raquel Carragal a morrazonoticias.

Quizá por eso, sus clases son un poco peculiares. Hay esqueleto «que utilizo mucho» para visibilizar las partes del cuerpo y que «todo el mundo sepa cómo funciona». En definitiva, dice esta marinense, lo que transmite es su «pasión» por su trabajo.

Su repercusión ha sido tal que, incluso, le han llamado del colegio oficial del INEF para participar con ellos en un canal online que van a poner en marcha próximamente. «Para mí fue un halago, me vi feliz», expresa Raquel, que cada mañana de lunes a viernes a las 11:00 horas, durante 15 minutos, se pone delante de su cámara para impartir las clases de pilates dirigidas a todos las edades. Además, en el canal de YouTube también tiene entrenamientos específicos que puede hacer «todo el mundo».

Así que pónganse ropa cómoda, porque ahora nadie tiene excusa para decir que se aburre en casa o que no puede estar en forma sin salir del salón.

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