La reunión que tuvo lugar ayer en el salón de plenos transcurrió con total tranquilidad lejos del conflicto vecinal que de los últimos días
Mucho ruido y pocas nueces… así podría definirse el conflicto entre la Asociación de Vecinos Nova Meira con el Concello de Moaña después de la reunión mantenida ayer en el salón de plenos del consistorio ante lo que parecía una crisis existencial. Después de que los directivos de esta agrupación vecinal protagonizasen varias concentraciones protesta en contra de la última señalización colocada por el gobierno local en el Samertolameu que prohibía el paso a vehículos de residentes o autorizados, el encuentro de ayer se celebró de una forma pacífica y cordial en la que ambas partes cedieron sin problema para llegar a un acuerdo beneficioso para vecinos y paseantes.
Aunque todavía está por estudiar por parte del Concello, a falta de los informes de la Policía Local y de que el gobierno bipartito lo acepte, las conclusiones del encuentro no requirieron de mayor conflicto y tanto los grupos de la oposición como la asociación quedaron pendientes de conocer la decisión final en los próximos días.
Los vecinos propusieron que la prohibición del paso de los coches por Samertolameu se redujese solo a los domingos por la tarde desde las 14:30 horas (hasta ahora se establecía los sábados, domingos y festivos a lo largo de todo el año) y, además, que las señales reflejasen el permiso de paso para los residentes o autorizados tanto por A Xunqueira como por el Calexón de Riós. Esto permitirá que los vecinos puedan acceder con sus vehículos para dejar la compra o para recoger o dejar a familiares con problemas de movilidad. Lo que sí quedó descartado fue el estacionamiento.
Además, cuando se celebren eventos o festividades se realizará un plan especial de tráfico que puede variar la señalización habitual para evitar atascos y aglomeraciones que impidan el correcto transcurso de la jornada.