La parroquia buenense de Meiro se convierte desde hace nueve años por estas fechas en capital del Entroido y lo hace con su Filloada. Más de 60 litros de masa convertidos en un rico postre típico de estas fiestas de humor, sátira y buen comer. Organizada por la asociación de vecinos, su presidente, Daniel Chapela, explica que esta cita se ha convertido en una cita imprescindible ya desde la anterior directiva y que nació para “dinamizar” un municipio en el que la programación de Entroido es escasa y muchos vecinos optan por trasladarse a otras localidades próximas como Marín o Cangas.
En la organización participan más de una decena de vecinos que se reparten las labores de cocinado, emplatado y venta.