Lodazal a las puertas de la vivienda.

Las cinco familias afectadas reclaman que se ejecute un proyecto aprobado por la anterior alcadesa para recoger las aguas del Corredor

La borrasca de los últimos días dio su último coletazo en la calle Aguaelevada de Cangas, en la parroquia de Coiro. La lama que baja de la AG-46 acabó afectando a cinco viviendas. Afortunadamente, en esta ocasión, no llegó a provocar daños importantes en su interior, pero sí hizo sufrir a sus propietarios, que veían indefensos cómo el barro se acercaba a las puertas de sus casas sin poder evitarlo. Quisieron dejar constancia y llamaron a la Policía Local de Cangas para que registrara la situación. 

Juan Carlos Vega es uno de los afectados. Recuerda que antes de las elecciones había un proyecto para dar solución a este problema y reprocha que el nuevo gobierno local no lo haya llevado adelante. Explica que él mismo cedía su parcela para poder pasar la tubería que permitiría separar las aguas provenientes del Corredor del Morrazo, a la altura del túnel de Coiro, a cambio de que el Concello le instalase el desagüe de su vivienda de nueva construcción. Ya estaba rodo acordado, y el proyecto hecho, pero llegaron las elecciones, cambió el gobierno local y nada más se supo. “No tuve respuesta del nuevo gobierno y al final acabé haciendo yo el desagüe. Después le propuse hacerlo por el terreno de una vecina, pero tampoco contestaron, y así llevamos desde el pasado verano. Solo tenían que ejecutar el proyecto que había dejado preparado la anterior alcaldesa (Victoria Portas) que también estaba pactado con la UTE”, asevera este vecino, que sigue dispuesto a poner su parcela a disposición del Concello aunque eso suponga tener que rehacer los muros que construyó hace apenas unos meses “porque lo importante es que se solucione este problema. «Yo estoy en el mar y tengo una bebé de unos meses, mi mujer este fin de semana pasó miedo porque ya una vez nos entró la lama por el garaje, que lo tenemos en la planta de arriba, y nos llegó hasta la cocina. Además, temo que el agua vacíe el muro y lo tire abajo”, recuerda.  

Juan Carlos pone el acento también en la inseguridad para los vehículos que circulan por esta calle cuando llueve. “Hace un tiempo un joven se cayó con la moto con tan mala suerte de que ésta le golpeó la cabeza”, lamenta. Su mujer estuvo ayer nuevamente en el Concello.

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