Reunión con las ONG´s en el salón de plenos del Concello el pasado mes de septiembre.

La pandemia de la Covid19 está afectando a todos los niveles y eso provocó el aumento de la inversión por parte del Concello

La atención social es siempre una prioridad, pero en las circunstancias actuales que estamos viviendo, en plena pandemia y con una crisis económica que supondrá un durísimo golpe para muchas familias, esta área de acción municipal aun cobra más importancia. La concelleira de Benestar Social, Marián Sanmartín, y la asistencia social, María Teresa Pérez, analizaron esta mañana la prestación de los diferentes programas activos en el Concello.

Ambas advirtieron de que se están notando “un cambio en el perfil de las personas usuarias”. En palabras de la asistenta social, “tenemos, por una parte, a las personas que ya eran beneficiarias de alguna ayuda social, que siguen cobrando estas prestaciones. Pero, por otro lado, estamos recibiendo solicitudes de nuevas personas, que nunca habían sido usuarias, y que tenían contratos laborales o poco estables, que finalizaron con esta situación”.

La pandemia de la Covid19 está afectando a todos los niveles y eso provocó el aumento de la inversión por parte del Concello en determinados programas o la habilitación de nuevas líneas de ayuda.

Ayuda en el Hogar, un programa que se amplía por la pandemia

Una de ellas tiene que ver con la ayuda Extra en el Covid que se enmarca en el programa de Axuda no Fogar. Este servicio, coordinado en colaboración con la Xunta, cuenta en Marín actualmente con 12 usuarios y es totalmente gratuito. “En esta modalidad, sobre todo detectamos necesidades de asistencia externa. Son personas mayores o dependientes, o que vivían solas y que precisan de ayuda para los traslados a comprar alimentos, medicinas…”. En este Extra Covid, se llevan invertidos cerca de 20.000 euros, según los datos que maneja el Gobierno local.

La esta cifra se suma la inversión en las otras dos líneas del programa que ya existían: la básica, para personas que precisan una ayuda específica por una circunstancia especial o que está a la espera de que le reconozcan el grado de dependencia; y la de dependencia puramente dicha, que también se hace en colaboración con la Xunta, que asigna la estas personas un número de horas mensuales de atención a domicilio. “En Marín, tenemos 11 casos que son usuarios del programa básico y 94 del de dependencia”, informa la concelleira. Esto supuso una inversión hasta septiembre de este año de cerca de 468.650 euros. “Con esta cifra, comparándolo con el global del año anterior, ya podemos vaticinar que habrá un aumento de la inversión, como es lógico en esta situación”, declaró.

60 casos atendidos a través del Programa de Educación Familiar

Otro de los programadas que se presta desde el departamento municipal de Servicios Sociales es el de Educación Familiar, que ofrece asesoramiento psicológico y de mediación en situaciones familiares con distintas problemáticas: drogadicción, problemas de conducta de los menores, gestión de una situación traumática para el menor como un caso de violencia de género o de una separación… La asistenta social informa de que a día de hoy se atienden 60 casos a través de este programa, que cuenta con un presupuesto anual, compartido entre los fondos propios del Concello y la aportación de la Xunta, de 16.000 euros.

Apuesta por los programas de envejecimiento activo

Cambiar el modelo de envejecimiento es fundamental, porque a día de hoy la calidad de vida que se puede conseguir es enorme incluso en edades avanzadas. Antes de la pandemia entraban en este epígrafe todas las actividades relacionadas con los talleres de memoria, gimnasia de mantenimiento… Estas actividades, que son gratuitas para los usuarios, también sufrieron el impacto del confinamiento y de la pandemia, porque vieron paralizada su actividad. Ahora bien, en cuanto fue posible, el Concello volvió a poner en marcha el Centro Teraéutico de Briz, gestionado junto a Afapo para personas con alzheimer, porque se demostró como un servicio esencial para la buena salud de las capacidades cognitivas de estas personas.

Para ponerlo en marcha, además de adaptar todas las medidas requeridas, se repartieron los usuarios en dos grupos diferentes, que acuden a las instalaciones un día por semana.

Emergencia social: una gran labor de las ONGs

Durante el confinamiento, Servicios Sociales atendió a 43 familias a través de los bonos sociales de adquisición de alimentos. Además, el Concello dio un complemento extra a las ONGs para poder adquirir no solo alimentos no perecederos, sino también carnes, pescados, verduras…

En total, se invirtieron en estas ayudas hasta el mes de septiembre alrededor de 10.000 euros. Ahora el Concello se prepara para ayudar a las ONGs a afrontar la campaña de Nadavid, a través de la financiación de la compra de alimentos valorada en más de 4.000€, además de las subvenciones anuales que reciben, que suman 13.500€.

La concelleira Sanmartín quiso agradecer “como siempre, pero especialmente en estos momentos, el trabajo y el esfuerzo del voluntariado que trabaja en las ONGs, que son una pieza fundamental para ayudar en la prestación de la atención social”.

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