Uno de los semáforos móviles en rojo regulando el tráfico en la PO-551 en el tramo todavía en obras.

La PO-551 retomará su vida normal, si el tiempo lo permite, a finales de marzo o en los primeros días de abril. Dependerá de las condiciones meterológicas, ya que el último gran paso que falta para dar por concluida la senda peatonal que conecta las parroquias de Meira con Domaio es el asfaltado del carril más próximo al circuito litoral en los tramos en los que ha tenido que construirse una superficie volada para para darle continuidad total. Esto supondrá decir adiós a los semáforos que móviles instalados por la empresa constructora para regular el tráfico en ambos sentidos y que después de tanto tiempo están generando quejas para los usuarios habituales del vial. Hasta el punto que algunos conductores, a pesar del riesgo que eso supone, optan por saltárselo y circular en sentido contrario pese a que puedan venir vehículos de frente por el mismo carril. Está previsto que en la semana del 18 de marzo se realice el asfaltado final. Hasta el momento, según la Xunta, las continuas lluvias han impedido poder hacerlo hasta ahora.

Infraestructuras inició en septiembre de 2022 las obras en un tramo de 1,7 km entre A Moureira y Palmás con una inversión de más de 1,8 millones. Aunque se anunció que finalizarían en noviembre de 2023 finalmente sufrió retrasos hasta llegar al día de hoy.

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