- El jefe de la Policía Local y la edil Iria Malvido se enzarzaron en una pelea dialéctica que llevó a las lágrimas a la socialista en varias ocasiones al sentirse amenazada él.
- La alcaldesa y los representantes sindicales también levantaron la voz en varias ocasiones hasta escucharse en los pasillos del consistorio.
- Tras más de tres horas la reunión acaró sin acuerdo a la espera de un nuevo encuentro para que el gobierno traslade la decisión
Fue una mañana tensa, muy tensa, la que se vivió en la sala de juntas del despacho del la alcaldía de Cangas. En el interior, los sindicatos de la Policía Local, representantes del despacho de abogados del Concello y miembros del gobierno tripartito, entre ellos la alcaldesa, Araceli Gestido (BNG), y la primera teniente de alcaldesa, Iria Malvido (PSdeG). Ausente estuvo la edil responsable de la Policía, Pilar Nogueira, que, sin embargo, sí se reunió con la plantilla ayer por la tarde en solitario, sin ningún otro compañero de gobierno, y que dejó evidencia de la clara división que existe en el seno del PSdeG y, en consecuencia, en el tripartito. La regidora justificaba hoy su ausencia manifestando que no pudo ir por cuestiones laborales.
El motivo del encuentro informal de esta mañana, si es que puede considerarse así cuando se trata de una reunión de tan alto calado en la que participan los máximos responsables del ejecutivo local, fue tratar de llegar a un acuerdo con la Policía Local en sus reivindicaciones y que cese el ruido que pone en un brete la estabilidad del gobierno que preside Gestido. Sin embargo, durante casi dos horas no cesaron los gritos entre un bando y otro. Hasta el punto de que Iria Piñeiro salió del salón llorando en dos ocasiones, visiblemente nerviosa, tras haberse sentido amenazada por el jefe de la Policía Local y representante del sindicato SPPM, Alberto Agulla, quien le advirtió de que sería responsable de lo que pudiera ocurrir si no había servicio nocturno. En torno a las 13:00 horas, y tras abandonar la reunión la líder socialista, la reunión continuó, ahora sí, con mucha más calma.
«Pensamos que Iria Malvido es la culpable de lo que está ocurriendo, no quiero que se juegue con la Policía»
Preguntado por esta cuestión, Agulla es claro: «Nuestro trato con la alcaldesa de exquisito, nos sentimos respaldados por ella y por Pilar Nogueira, pero pensamos que Iria Malvido es la culpable de lo que está ocurriendo, es la que está poniendo más pegas». En este sentido, el responsable policial critica que la concelleira de la que dependen no esté presente en los actos organizados por el gobierno. «No está porque no se le invita, está claro que hay unas diferencias internas dentro del PSdeG pero lo que no quiero es que la Policía sirva de moneda de cambio», expresaba tras la reunión de esta mañana.
Malvido, visiblemente afectada, se refugió en el despacho del grupo socialista donde se encontraba el secretario general y ex concelleiro Eugenio González. Sería la persona que entraría en el gobierno si dimitiese la edil de Tráfico, paso que no parece que esté dispuesta a dar pese a las evidentes discrepancias con su compañera.
Turno de noche ¿en el aire?
El guion de la reunión recogía puntos importantes como la equiparación salarial con otros funcionarios municipales o la grave situación que atraviesa la plantilla por la escasez de agentes. Una falta de efectivos deja en el aire el turno de noche, que se retomó hace un año tras el acuerdo entre el comité y la anterior alcaldesa Victoria Portas. Según el jefe del departamento, esta carencia de agentes se suple con refuerzos (horas extras) para tratar de seguir manteniendo el servicio porque, de lo contrario, habría turnos sin patrulla. Uno de esos días, por ejemplo, es mañana por la tarde, cuando solo habría un agente de servicio que, en solitario, no podría salir de la oficina. Un gasto que Intervención no ve con buenos ojos.
Desde el gobierno local se propuso la opción de suprimir este servicio nocturno para reducir la carga económica en salarios. Así lo confirma también el inspector jefe, al igual que ocurre, dice con el servicio de grúa municipal, parada durante este mes de noviembre y cuyo recibo mensual fue devuelto. Acusa al gobierno tripartito de querer desmantelarlo. «Ya se le avisó hace tres meses que el gruero se iba a jubilar pero no se hizo nada, nosotros sospechamos que el otro gruero, que viene de vacaciones el 28 va a seguir trabajando en la brigada de obras como hizo hasta ahora», manifiesta Agulla.
La alcaldesa niega que se haya puesto sobre la mesa en algún momento la idea de acabar con la patrulla de noche y lo califica de «falsedades» de un sindicato «que no tiene representación en el Concello» para «sacar de contexto declaraciones totalmente informales«. Lo mismo dice del servicio de grúa, del que asegura oficialmente está ahí» pero sin funcionamiento porque el trabajador «está de vacaciones», es eso sí, «otra cosa es mirar otras opciones», apostilló. «La realidad es que tenemos un cuerpo que está mermado y pretendiendo hacer con el mismo personal tres turnos, no te da. En principio está garantizado», se compromete la regidora, que asegura que «es una decisión de gobierno que podrá gustar más o menos y que ahora tocará debatir internamente». En cualquier caso, adelanta, «en principio son cosas asumibles».
¿Se respetará el acuerdo de 2022?
Sobre las formas, sin una convocatoria oficial como es lo habitual, Gestido aclara que lo de hoy «no es una mesa de negociación, es una deferencia hacia ellos. Tienen que tener paciencia porque muchas de esas cosas que piden están ligadas al presupuesto, no tiene ningún sentido que lleguemos a un acuerdo como se llegó en el año 2022 si luego el pleno no lo aprueba, sería papel mojado«, afirmó la alcaldesa, que manifestó toda la predisposición para sentarse con la plantilla pero emplazó «a ver hasta dónde se puede llegar en los presupuestos de 2024».
¿Qué va a pasar ahora?
Ambas partes han quedado emplazadas a otra reunión que tendrá que fechar la Alcaldía en cuanto los abogados del Concello elaboren un informe sobre el asunto. La Policía Local urge celeridad porque «es un problema que ya es de hoy» y no se puede dilatar en el tiempo.