Un cristaleiro cambiando a lúa dun escaparate hai un ano nun local do casco vello no que roubaran.

Sufren un robo casi a diario y ya entrado en más de una decena de establecimientos en lo que va de febrero

Los comerciantes del casco vello de Cangas están preocupados por la oleada de robos que llevan sufriendo desde hace algunas semanas. En lo que va del mes de febrero ya se han producido más de una decena, «una media de uno por día», explica a morrazonoticias Clara Bernárdez, propietaria de Mi Gran Party. Afortunadamente ella todavía no ha sido objetivo de los ladrones pero cada vez que echa el cierre de su negocio se va con el corazón encogido. «Este fin de semana estuve fuera y me fui con miedo porque no sabía cómo iba a encontrar mi tienda al llegar», apunta.

Menos suerte tuvo Frutas Sali, en la rúa Estrela, que desde mediados del año pasado ya han sufrido tres robos, el último la semana pasada. Esta misma mañana colocaban la nueva cristalera después de que los cacos destrozaran la anterior para poder acceder al interior del negocio. «Esta vez dado el estado en que quedó el ventanal no llegaron a entrar pero las otras dos veces sí. Lo peor no es lo que se llevan sino los destrozos que ocasionan», dice la empleada Olga Parcero, que asegura no estar «tranquila» cuando entra a trabajar a las 5:30 de la madrugada. Aunque denuncian cada vez que sufren un robo, después «nadie nos informa de nada más».

Los ladrones también pincharon las ruedas de la furgoneta de Fruterías Sali. MN

Otro objetivo ha sido la tienda de ropa Cinaniashop en la rúa San Francisco. En la madrugada del pasado viernes al sábado entraron por la puerta principal del establecimiento y se llevaron todo el dinero de la caja. Casualmente, ese día su propietario se había olvidado de llevárselo a casa. Es lo que hace desde que comenzó a rumorearse la inseguridad nocturna del barrio. «Si no se hace algo, esto puede ir en aumento. Hay que tomar medidas», advierte José Carlos García.

Reunión con el Alcalde de Cangas

La lista de afectados es larga. Todos ellos ellos viven atemorizados y ya se plantean coordinar rutas nocturnas para evitar que se ejecuten más robos. Consideran que Cangas y en general toda la comarca de O Morrazo sufre una «inseguridad tremenda» a la que hay que poner fin con más policía. «Los medios que hay son escasos y nosotros no podemos seguir así», explican. Por eso, el próximo viernes se reunirán con el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, para exponerle la situación y exigir más vigilancia nocturna.

De momento, ya han colocado este cartel en los cierres de sus negocios para intentar ahuyentar a los ladrones de sus establecimientos.

Cartel que algunos comerciantes han colgado en las puertas de sus negocios.

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