Los tres policías locales de Cangas que en la tarde-noche del lunes se desplazaron en un vehículo oficial hasta la localidad valenciana de Massanassa se encuentran trabajando desde el mismo instante de su llegada. Uno de ellos, Anxo Gallego, describe la situación en la que se han encontrado la localidad como “una auténtica barbaridad» y asegura que “nunca vi nada parecido”. “Parece un campo de batalla, como si hubiese estallado una bomba o algo peor”, relata este cangués a Atlántico.
Desde su llegada a primera hora de la mañana del martes a tierras valencianas fueron destinados a una especie de “centro logístico” donde realizan acopio de productos de primera necesidad y alimentos que, posteriormente, y ayudados de motos y todoterrenos, reparten a las personas más necesitadas del municipio. También les ha tocado facilitar la entrada y salida de camiones en una explanada en la que está sirviendo para depositar los lodos que los voluntarios y personal de emergencias llegados de toda España recogen de los municipios afectados del entorno.
Ya con la caída del sol, los tres agentes cangueses pasaron a realizar la labores de seguridad ciudadana para luchar contra el “pillaje” que están sufriendo los comerciantes, empresarios y vecinos de Massanassa desde que ocurrió la tragedia.