La Xunta, a través de Turismo, financiará el 90 por ciento de la obra (45.000€) y el resto se pagará con fondos del Concello de Moaña. Tratarán de que esté finalizado para el verano
La que fue todo un emblema de la Alameda de Moaña de inicios del 2000 se convirtió en los últimos años en un cúmulo de problemas para el Concello, no solo para costear consumo sino también para garantizar su correcto funcionamiento. Tanto es así que el gobierno local, con la ayuda económica de la Xunta de Galicia, ha decidido decirle adiós para dar la bienvenida a un nuevo uso, mucho más económico y práctico. La zona circular se transformará en un “faladoiro” de dos peldaños, una especie de zona de convivencia para los vecinos y también un espacio multiusos en el que podrían realizarse representaciones culturales en pequeño formato en un marco incomparable. En cuanto a las piscinas próximas, se realizará una pequeña recuperación de la vegetal de la zona con plantas típicas de esta zona de litoral y se instalará un mirador turístico que permitirá disfrutar directamente de las vistas de la Ría de Vigo y de la Ensenada de Moaña.
La eliminación de esta Fonte Cibernética contribuirá, explicó la alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, a la “sostenibilidad” puesto que “se eliminará el gasto eléctrico que tanto la iluminación como las propias bombas de propulsión de la fuente realizan”, además del consumo de agua tanto por la propia evaporación como también porque cuando se realiza su limpieza es necesario vaciar todo su circuito y posteriormente llenarlo. Además de este ahorro, la intención es que “se convierta en un punto neurálgico de Moaña con un faladoiro para personas mayores y también para jóvenes”, precisó Santos.
Por su parte, la delegada de la Xunta, Ana Ortíz, que se trasladó también a Moaña en la mañana de ayer para conocer de primera mano el ámbito de actuación de esta reforma de la Alameda, puso de manifiesto que «el tiempo cambia los puntos de vista y los conceptos y consideramos que tenemos que tener un proyecto mucho más fácil de mantener en buenas condiciones y no como ahora que puede ser un problema, además de recuperar para los vecinos un espacio privilegiado»
La intención del Concello es poder contratar la obra “lo antes posible” para que pueda estar finalizada este verano. El proyecto tiene un coste de 49.000 euros de los que el 90 por ciento están financiados por la Xunta y el 10 por ciento restante por las arcas municipales. El plazo de ejecución estimado de tres meses.