El padre de Gustavo y amigos íntimos en la Costa da Vela participando del dispositivo de búsqueda.

Es Gustavo González Malvido, un joven de 42 años al que se busca desde el viernes por la tarde cuando pescaba lubina

El día de ayer despertaba sin noticias del desaparecido en aguas de la Costa da Vela, en el entorno del monte do Facho y Punta Couso, muy cerca de Cabo Home, a eso de las 20:00 horas del viernes, mientras pescaba lubina en su embarcación de recreo. Sin embargo, el municipio de Moaña comenzó a enmudecer a la salida del sol cuando se supo que la persona a la que se estaba buscando era Gustavo González Malvido, un joven de 42 años padre de dos hijos. Pese a que era natural de la parroquia buenense de Beluso, residía en la localidad moañesa y su familia política es muy conocida en el municipio por regentar un bar en la Porta do Sol, en la parroquia de Meira. 

Durante toda la noche el operativo de búsqueda permaneció activo por tierra, mar y aire sin resultado, aunque en torno al mediodía marineros que participaban en el rastreo por la zona próxima a las rocas trasladaron que acababan de avistar una mochila gris con las cremalleras en un amarillo verdoso fosforito asegurando que pertenecería a la víctima. A esta búsqueda se unieron familiares, amigos y conocidos que tras enterarse de la noticia se trasladaron de madrugada hasta la caracola para tratar de ayudar en lo posible. También las alcaldesas de Moaña, Leticia Santos, y de Cangas, Araceli Gestido, que acudieron junto a las ediles Iria Malvido y Pilar Nogueira.

Los familiares más próximos de Gustavo también permanecieron en la zona a lo largo de la jornada, lo que dio lugar a momentos de mucho dolor y lágrimas de ira porque nadie podía explicarse todavía lo ocurrido. Una ambulancia tuvo que trasladar a uno de los hijos de la víctima por un ataque de ansiedad.

EL TESTIGO 

Aunque el viernes era soleado y apacible, experimentados del mar aseguran que había mucho fondo y que eso pudo provocar el desgraciado incidente. Testigo de todo fue un conocido y habitual de la zona, Borjan Vikingo. Explicaba a Atlántico que estaba pendiente de la planeadora «porque vi que se metía en ‘A Fijeira’ pese a que había mucho oleaje, cuando de repente vino una ola muy grande, él aceleró para salir de ella y le hizo trampolín, saltando la lancha cinco metros hacia arriba, más otros cinco aproximadamente que tenía la ola, hasta quedar ladeada, pero no se hundió”. En ese momento, recuerda, el barco comenzó a dar vueltas y vio al marinero en el agua antes de desaparecer. “Sabía que lo iba a pillar y entonces llamé al 112 antes de ir corriendo hasta la zona para gritarle para ver si me contestaba. Al ver que no, me asusté mucho, y estoy muy fastidiado porque, además, Gustavo es conocido”, decía con la voz entrecortada.  En el operativo de búsqueda participan el helicóptero Pesca 1, la Guardia Civil por tierra, mar y aire, Salvamento Marítimo, Policía Local y Protección Civil. 

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