El litigio está relacionado con la expropiación de una parcela. Su construcción supondría el tercer estacionamiento de estas características después del de Broullón y Domaio
La Xunta tiene pendiente construir un nuevo aparcamiento disuasorio en Moaña, que se sumará a dos dos que ya están en activo en Broullón y en Domaio, a pocos metros del puente de Rande. El que haría el número tres está proyectado desde hace ya más de un año sobre la AG-46, la autovía del Morrazo, en su salida número 7 en dirección a las entrañas de la parroquia de Meira. Sin embargo, la ejecución de la sentencia de una contencioso administrativo interpuesto en relación con la expropiación de una parcela mantiene paralizado el proyecto de la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas. El departamento que dirige la conselleira María Martínez Allegue está pendiente de resolver esta traba que resultaría imprescindible para poder avanzar en una de las propuestas que ya tienen estudiado los técnicos para encajarla en este punto de la arteria viaria más importante de la comarca.
CON ESTACIÓN DE SERVICIO
El nuevo proyecto con el que trabaja la administración de Alfonso Rueda albergaría 194 plazas, 4 de ellas para vehículos pesados y seis para personas con movilidad reducida, y varios puntos de recarga para vehículos eléctricos. El diseño también recoge una parada de autobús habilitada con marquesina y con vistas a futuro de manera que sirva de punto de encuentro de una red de autobuses lanzadera que conecten O Morrazo con el centro de la ciudad de Vigo y con otros municipios del área metropolitana. Otra de las novedades será el espacio reservado para la instalación de un área de servicio, tanto con gasolinera como también con un área de restauración. Se habla de que su ejecución podría superar los tres millones de euros, la Xunta por el momento no confirma estos datos.
Y es que la autovía del Morrazo crece en número de vehículos, especialmente durante los meses de verano. En agosto de 2024 registró una circulación diaria de 26.076 vehículos, la más elevada desde que fue inaugurada en 2018. La intención de estos aparcamientos disuasorios está enfocada a reducir la circulación dentro de las ciudades mediante el uso del transporte público o, mismo, en los accesos a las playas mediante la fórmula del coche compartido.