Adjudicataria y Xunta aseguran el Concello es el responsable del mantenimiento de las viviendas de los maestros de Nazaret
Ana González Vidal reside en el bajo un edificio de viviendas escolares próximas al Ceip de Nazaret de Cangas, donde trabaja como docente. Una de las pocas que quedan ya en este tipo de inmuebles que se construyeron durante la dictadura franquista en las inmediaciones de los centros escolares de la mayoría de municipios españoles.
El mal estado de la cubierta de todo bloque dos plantas provoca humedades que pasan de la planta superior a la vivienda de la que la profesora Ana es adjudicataria desde hace casi tres décadas y en la que, previa autorización municipal, tuvo que invertir sus ahorros antes de entrar para reformarla y convertirla en habitable. En ella llevaba viviendo más de veinte años, desde hace dos la humedad comenzó a adentrarse bruscamente en su intimidad, hasta que el 20 de enero de 2023, a sus 60 años, se vio obligada a abandonar el que había sido su hogar por seguridad y por salud “porque estando dentro te sentías verdaderamente mal”. Ese día e techo del baño y de la cocina se le vino abajo, con la buena fortuna que no cogió a nadie debajo “porque si no hubiera sido una tragedia, nos hubiera matado”.
Tanto ella como la Consellería de Educación, y así lo trasladó en un escrito la jefatura provincial al gobierno local, el motivo de este desprendimiento y de que la cubierta presente este problema es la falta de mantenimiento. Consiera desde el departamento que dirige Román Rodríguez que esta acción entra dentro de las tareas de mantenimiento de la administración local de los centros escolares, donde se incluye no solo los colegios de educación infantil y primaria sino también las viviendas de los maestros y directores, “independientemente del régimen seguido en su financiación”. Y, por lo tanto, es el consistorio el que tiene que asumir la puesta a punto del inmueble.
Lleva casi un año esperando una respuesta del Concello, que a día de hoy todavía no ha llegado, por eso el siguiente paso que ha dado esta profesora ha sido presentar un requerimiento formal al gobierno local reclamando que asuma la reparación, que debería ir más allá del piso de Ana para evitar que en pocos meses el agua vuelva a derribar el falso techo de la vivienda. “La entrada del edificio ya se ve que está fatal, con una capa de moho muy importante, es imposible vivir allí y están cayendo cascotes de la cornisa a la calle”, advierte esta profesora.
Este martes la concelleira de Obras e Servizos, Sagrario Martínez, y una técnica municipal acudieron al piso de Ana para valorar la situación, aunque no trasladaron la intención del consistorio.
Ninguno de estos inmuebles pueden dedicarse a otros usos si no cuentan con la autorización (desafectación) de la administración autonómica. Hoy en día muchas de estas viviendas languidecen al jubilarse los concesionarios y vuelven al seno de la administración a la espera de una segunda vida. Los nuevos docentes que empiezan su andadura en los centros rechazan ser adjudicatarios porque se niegan a asumir su arreglo para volver a convertirlas en habitables. Otras, pese a que no tienen uso, continúan perteneciendo nominalmente a algún profesor.
Cangas cuenta además con otro edificio de uso para maestros ubicado dentro del recinto del Ceip Espiñeira de Aldán. Está compuesto por siete viviendas, aunque inicialmente no todas están habitadas.