Caravanas estacionadas en la playa de Vilariño.

Cangas no tiene un punto de vaciado de aguas grises pese a la gran afluencia de este tipo de vehículos durante el verano. Tampoco Moaña. Los vecinos denuncian la evacuación en zonas prohibidas. “Desbordamos”, dicen.

Cangas tiene un problema con el turismo de caravana y autocaravana. Si en años anteriores este sistema vacacional iba en aumento, este verano ya se ha disparado. Los propios vecinos reconocen que nunca hubo tantas. “Este año desbordamos”, manifiesta el presidente de la asociación de vecinos de Vilariño, José Manuel Domínguez, una de las zonas más afectadas, pero no la única. En la playa de Menduiña también existen quejas por la avalancha de estos vehículos desde que llegó el buen tiempo. “Hemos llegado a contar hasta 16 seguidas, eso no había pasado nunca”, reconoce Raúl Estévez, vecino de esta zona de la parroquia de Aldán, quien asegura que en el puente del Día de Galicia alertó a la Policía Local y a la Guardia Civil al ver cómo algunas vaciaban sus aguas grises directamente a la red municipal de pluviales. Algo completamente prohibido y sancionable, aunque para ello se requiere cogerlos ‘in fraganti’ y no es fácil, especialmente este verano cuya vigilancia corresponde exclusivamente a la Guardia Civil, que no cuenta con efectivos suficientes para realizar un control permanente en todo el rural cangués.

Pese a esta prohibición de descargar en zonas no autorizadas, no es sencillo encontrar dónde hacerlo correctamente. Cangas no cuenta con ningún punto habilitado para que las caravanas puedan evacuar sus residuos. Tampoco una ordenanza municipal que las regule. Quedó patente en el último pleno, donde el PP reclamó esa normativa municipal “consensuada” antes de un mes y, además, junto a AV instó al gobierno local a obligar a la empresa concesionaria del ciclo del agua, la UTE Gestión Cangas, a cumplir el pacto alcanzado meses atrás con los portavoces de los grupos políticos de aprovechar la ejecución de las obras de la subcuenca de Aldán-O Hío para dotarlas de estos puntos de vaciado. Sin embargo, la concelleira de Obras y Servicios, Iria Malvido, alegó desconocer este acuerdo y reconoció que los trabajos ya habían rematado y no se habían hecho. Aun así se comprometió a ver la fórmula para poder implantarlos. Mientras tanto, y tirando de lógica, las miles de caravanas y autocaravanas que pasan días estacionadas en Cangas hacen lo propio. No se sabe dónde, pero se intuye. Aunque quisieran desplazarse para liberar correctamente, tampoco tienen opción. Moaña también carece de este servicio. 

ROBO DE SEÑALIZACIÓN

La única señal que queda en pie de prohibición para pernoctar.

Con la intención de evitar la pernocta en las zonas de Cangas de especial protección, incluidas en la Red Natura (Nerga, Barra, Donón y Melide), la Xunta instaló señales que prohibían el estacionamiento en horario nocturno. Se hizo lo mismo en Cabo Udra y Lagos, en Bueu. De todas ellas, solo queda en pie la situada en la playa de Nerga. El resto han desaparecido.

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