Terreos de Sisalde onde se construirá o centro de saúde.

El Concello podría optar a ayudas del IGVS que trata de completar con fondos europeos para evitar que suponga un coste elevado para las arcas municipales

El Concello de Moaña tiene intención de dedicar la parcela urbanizable anexa al nuevo centro de salud que se está construyendo en Sisalde a vivienda en régimen de alquiler protegido ante los elevados precios de mercado. Su primera pretensión fue cederle gratuitamente al el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) para que fuese este el promotor del edificio, sin embargo el organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, rechazó esta opción aunque ofreció al gobierno local la posibilidad participar a través de subvenciones que permitieran sufragar una parte del coste de la obra y puesta en servicio de los inmuebles.

Sin embargo, esta función promotora del Concello le obligaría a utilizar parte de los fondos propios municipales para sufragar el total de los trabajos. Para evitar que sea así, la concellería de Movilidade e Vivenda que dirige Rodrigo Currás ha enviado un acta de manifiestaciones al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para poder concurrir a fondos europeos que permitan realizar este proyecto social sin que al Concello le suponga un gasto elevado.

Aunque de momento no existe un proyecto sobre cómo sería ese edificio ni qué características concretas tendría, Currás sí que ha hecho una estimación del número de viviendas que podrían construirse. Dependiendo de los metros de cada una de ellas, podrían ser entre 15 y 20 pisos más un bajo que quedaría libre para darle un uso social o de equipamiento para el centro de salud. «Creemos que el hecho de que el edificio se encuentre justo al lado de estas instalaciones sanitarias puede ayudar mucho a personas mayores o a colectivos vulnerables como mujeres víctimas de violencia de género», opina el edil.

Currás asegura que la intención del Concello no es competir con los constructores de vivienda nueva sino «enfriar» los precios del alquiler, disparados en los últimos años por el uso turístico.

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