Velatorio en el interior del Concello de Marín.

Instalaron la capilla ardiente de la sardina como antesala al entierro del próximo miércoles

Quienes a media mañana de hoy pasaron por las inmediaciones del Concello de Marín pudieron ser testigos del triste escenario que había en la puerta. Un coche fúnebre y un grupo de dolientes vestidos de «riguroso negro», unos más que otros. Tristeza mezclada con carcajadas, pamelas con plumas al estilo de mismísima Karina Fálagan como toque sofisticado y pañuelos que poco empapaban las lágrimas pero que mucho decían de lo que ocurría.

Dentro, el dolor siguió patente. La capilla ardiente instalada en el hall del consistorio, en la que no faltaba detalle, también impactó a los que casualmente se encontraban haciendo gestiones en las oficinas de la planta baja. No hay mejor presentación del Entierro de la Sardina que mostrarlo antes de que ocurre. La que faltaba en todo este sketch, la difunta sardina.

Pero si la parafernalia de esta mañana en el Concello de Marín supo a poco, el miércoles la realidad superará a la ficción. A las 20:00 horas tendrá lugar el Entierro de la Sardina organizado por el Ateneo de Santa Cecilia. El mismo, en colaboración con el Concello, que se ha encargado de organizar el decorado de hoy con la ayuda de la funeraria San Marcos. Pero como en todo entierro, tiene que haber un velatorio previo. Desde las 17:00 horas se instalará en el Palco de la Música. Todos los dolientes pueden pasar por allí para darle su último adiós a la sardina «real» que más tarde acabará siendo devuelta al mar. Ésta es una de las principales peculiaridades del tradicional entierro de Marín, el realismo de un acto que «con las características que se hace aquí no se hace en ningún».

((Habrá ampliación))

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