Exterior del centro cultural Rosalía de Castro de Domaio.

Esta persona será la encargada de dejar las instalaciones limpias tras la clase y de mantener un registro de todos los asistentes para que, en caso de contagio, poder realizar el rastreo

Aquellas asociaciones o colectivos vecinales y culturales que quieran retomar la actividad parcial o total en los centros de culturales titularidad municipal de Moaña tendrán que designar a una persona integrante como responsable Covid-19. Esta persona o entidad tendrá encargarse de dejar las instalaciones limpias y desinfectadas al finalizar la actividad que desarrolle el grupo y, además, tener un registro de tod@s los participantes para que, en caso de detectarse un positivo, las autoridades sanitarias puedan realizar el rastreo fácilmente y detectar posibles contagios.

Los grupos de personas usuarias que accedan a las instalaciones culturales municipales nunca podrá superar la cantidad de cuatro personas en zona pública cerrada y seis en zona pública abierta, salvo que otra normativa de rango superior establezca otro aforo diferente. Cada actividad no debe superar un máximo de tiempo de 60 minutos, se huye necesario más tiempo por actividad, se debe hacer una pausa de 15 minutos en la que se deberá ventilar y renovar el aire de la zona en uso.

Además, la celebración de actividades o reuniones quedará restringida a un colectivo por día de lunes a viernes. Aquellas jornadas en que no quede más remedio que reservarlo para dos, será obligatorio que al menos discurra una hora entre cada una de las acciones. En la mediada del posible, se hará un circuito de entrada y de salida. Todos aquellos centros culturales que cuenten con dos entradas, una se utilizará como puerta de entrada y otra como puerta de salida.

Esta normativa está incluida en el borrador de un protocolo que ha redactado la concellería de Cultura de Moaña, dirigida por el socialista Carlos Juncal, que ya ha sido aprobado por todos las entidades, aunque algunas de ellas hayan decidido, de momento, no retomar su actividad para evitar riesgos. Fundamentalmente los coros y grupos son los que han optado por no retomar, aunque también hay asociaciones de vecinos que prefieren celebrar las reuniones vía telemática como la AAVV A Bouza.

De momento no se ha decidido la fecha a partir de la que pueden comenzar con las actividades. Según Juncal, será cuando se finalice con la distribución de los horarios a lo largo de la semana para evitar, precisamente, que coincida en las mismas instalaciones más de un grupo al mismo tiempo.

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