- El pabellón del Gatañal tenía el mismo problema y el club Balonmán Cangas tuvo que hacerse cargo de pagar los pellets para permitir las duchas a sus jugadores
- Los niños del club de atletismo Vila de Cangas y, en general, los usuarios no pueden ducharse tras los entrenamientos porque el agua está congelada
Malestar en el atletismo cangués, y especialmente entre los padres de los niños del club de atletismo Vila de Cangas, por la falta de agua caliente en las duchas de los vestuarios del Estadio Municipal de Atletismo. El motivo, según el club, es la falta de pellets. La entidad, que agrupa a y varios usuarios de las instalaciones, desde hace aproximadamente un mes es «imposible» ducharse al terminar los entrenamientos porque el Concello, pese a que ya se le ha reclamado en varias ocasiones, no compra pellets para que la caldera pueda funcionar alegando cuestiones económicas por la falta de un nuevo «presupuesto municipal».
Para las familias y los usuarios, esto supone un problema importante especialmente en estas fechas de lluvia y bajas temperaturas cuando se recomienda una ducha caliente al terminar los entrenamientos. Por otro lado, explican, no se entiende que una administración que, se supone que tiene que fomentar el deporte, prescinda de algo tan básico como permitir que los niños puedan ducharse con agua caliente después de un esfuerzo. «Cuando se lo trasladamos todo son buenas palabras, pero nada. Así llevamos un mes», explican.
El club Balonmán Cangas paga los pellets del Gatañal
Las pistas de atletismo no son las únicas sin agua caliente. El pabellón del Gatañal tiene la caldera funcionando porque el club balonmán Cangas, ante la falta de respuesta del Concello, compró una partida de pellets para permitir que sus jugadores pudieran ducharse tras los entrenamientos y los partidos. Según fuentes solventes, la última partida que estaba por llegar para suministrar pellets al Gatañal y a las pistas no se recibió por falta de pago de la anterior.
Un cuarto de la pista a oscuras
Los pellets no es la única carencia que sufren en las pistas de atletismo. Si dentro de los vestuarios la caldera no funciona, en el exterior la iluminación está reducida a la mínima expresión. De las cuatro antiguas torretas, cada una de ellas con cuatro luces, solo funcionan tres, incluso a veces dos, y solo bombilla en cada una. Por lo que una cuarta parte del circuito está totalmente a oscuras, con lo que eso supone para poder llevar a cabo las actividades en invierno cuando la oscuridad de la noche llega pasadas las seis de la tarde. «Cualquier día tenemos que suspender los entrenamientos porque estamos sin luz», avisan.