Procesión del Entierro en Cangas. FOTO LOLO MEIGA.

Comienza la programación fuerte de la Semana Santa de Cangas, aunque ya el pasado 13 de marzo tuvo lugar el primer acto: Es el preludio de todas las celebraciones comienza con el traslado de la imagen de la Virgen de los Dolores desde el domicilio particular donde se custodia a lo largo de todo el año. Esta fecha se celebra una decena de días antes del de la procesión del Domingo de Ramos, el 26 de marzo. De este modo arranca a una semana cargada de tradición y recogimiento.

Ya en la propia Semana Santa, después de celebrar el Vía Crucis infantil y adulto por el casco vello de Cangas y en el interior de la iglesia parroquial, el miércoles y jueves procesionarán por el casco urbano las imágenes de la Soledad y de la Santa Cena, junto con otros pasos. Es el viernes 27 de marzo un día cargado de incienso, tambores, cornetas, cirios, capuchones, costaleros y mucho recogimiento. Al amanecer, la procesión de las Negaciones de san Pedro, anuncia una jornada muy intensa.

Continuará con la matinal del Santo Encuentro, la vespertina del Santo Entierro y la nocturna del Silencio, que se celebra entre la penumbra callejera. Conviene no obviar, por su vistosidad y recogimiento, el acto litúrgico de las Siete Palabras y el descendimiento de la cruz. Finalmente, la vigilia sabática, será el domingo 9 de abril cuando se celebre la procesión final del Jesús resucitado.

Las calles son el lugar de encuentro de los vecinos y visitantes. A lo largo de todos los recorridos procesionales pueden ser admiradas los grupos escultóricos e imágenes que integran la rica imaginaría canguesa. En total armonía se pueden admirar figuras de vestir, junto con tallas de madera policromada. A excepción de la Virgen de los Dolores que son portadas bajo palio, y la Santa Cena que lo hace a ruedas, en su inmensa mayoría, procesionan cargadas a hombros en andas a parihuela y de barrotes.

La diversidad y particularidad de las tallas merecen ser tomadas en consideración. Las obras realizadas que el escultor Cerviño Quinteiro realizó a finales del siglo XIX integran el grueso de las figuras procesionales. Desde el grandioso paso de la “Ultima Cena”, en la que de un modo dinámico se representan a Jesús y sus apóstoles, pasando por el Nazareno, llamado vulgarmente de “las tres caídas” que, acompañado del Cireneo y un tétrico
centurión romano, denominado por los lugareños Carnacedo, y los dos grotescos sayones. Éste último, junto con las imágenes de San Juan, las tres Marías -Magdalena, Salomé y la de Cleofás-, Verónica, el Cristo yacente son articulados.

«FRANCISQUIÑO DA FERRAMENTA»

Mención aparte merece la imagen de un niño que porta los instrumentos con los que se realizará la crucifixión de Jesús, el conocido como “Francisquiño da ferramenta”. De este modo, éste se convierte en la peculiar y original aportación del maestro imaginero gallego al relato procesional. Los mayores del lugar recuerdan cuando procesionaba el Carnacedo “de modo amenazante” movía sus ojos, incluso no olvidan el potente sonido procedente de su lituo. Esta trompa, similar a la tuba romana, era un instrumento utilizado tanto en el ámbito militar como en las celebraciones civiles que, para obtener su peculiar sonido agudo y estridente necesitaba de un gran chorro de aire que solo unos pocos eran capaces de proporcionar. Actualmente el mecanismo del tubo de viento se encuentra inutilizado.

Pero, conviene no olvidar que, existen muchas otras imágenes procesionales relevantes. Dentro de las representaciones de Cristo, destacan la del Consuelo, obra de Juan de Pintos, que recuerda a las tallas del maestro gallego Gregorio Fernández, junto con la rústica imagen del Buen Jesús, que es un reflejo de los denominados “Cristo de la sal”, tan propio de las costas gallegas. Aunque de más modernamente se han incorporados los pasos del Jesús de la Salud en su flagelación, acompañado de dos feroces verdugos o reclutas sirios y la oración en el huerto. Asimismo, las imágenes barrocas de la Virgen de los Dolores, de la Soledad y la Piedad, junto con la de san Pedro y Jesús montado en borriquilla han sido durante muchos años los elementos propios de estas procesiones. En los últimos años se han incorporado nuevos elementos escultóricos de gran importancia como son el Cristo resucitado, el Cristo del Perdón y la talla de san Pedro apóstol.

Durante todo el año estas imágenes se encuentran custodias por las diferentes cofradías y hermandades en domicilios particulares y almacenes habilitados a tal efecto puesto que, la villa de Cangas no dispone de un recinto con las dimensiones necesarias para albergar este rico patrimonio artístico. De modo temporal, la iglesia ex colegiata de Santiago de Cangas se convierte en un monumental museo de imaginería religiosa local. Este podría ser el lugar adecuado para admirar conjuntamente la veintena de imágenes procesionales
de esta villa costera.

HORA NONA

La gran novedad de este año 2024 será el acto de la HORA NONA, una celebración sonora-penitencial-no litúrgica realizada por la Cofradía de la Misericordia y el Grupo de Tambores y Cornetas. El  viernes 29 de marzo, a las 16:30 horas, tres grupos de tambores y timbales partirán desde los distintos cruceiros existentes en nuestra localidad para concluir en las inmediaciones de la iglesia excolegiata de Cangas. En el exterior del templo les esperaran un grupo de nazarenos. Seguidamente realizarán un recorrido perimetral a la sede eclesiástica. Este año será la primera vez que se realice esta celebración que, a diferencia de las tamborradas que se realizan en muchos lugares de España, el acto de Cangas tiene cinco partes diferenciadas, con item específicos en cada una de ellas. La celebración de este año será un ensayo general para  venideras celebraciones. Para más abundamiento indicar que las  celebraciones de Semana Santa, desde el año 2017, fueron declaradas Manifestaciones Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, muchas tienen el reconocimiento de Fiestas de Interés Turístico Internacional, Nacional o Autonómico.  

Además, en la mañana del Viernes Santo, concretamente en la procesión del Santo Encuentro, se recupera la sonoridad de la tuba romana, como anunciadora de la celebración. Desde 1877 el centurión del paso de «Jesús Nazareno camino del Calvario», conocido como el de «las tres caídas» o el de «los carallotes» hacia sonar su tuba para anunciar el inicio de la procesión y, de este modo, comunicar a todos los cangueses y canguesas que «Jesús, con la cruz a cuestas, ayudado por el Cireneo», salía del templo que realizar su Vía Crucis por las calles de Cangas. Debido a un desgraciado accidente, ocurrido en la década de los setenta del pasado siglo, quedó dañado e inutilizado el singular mecanismo interior de la talla de Carnacedo.

En este año los miembros de la Cofradía de la Misericordia han adquirido dos añafiles para evocar los sonidos que muchos de nuestros mayores anhelaban recuperar. Seguro que muchos recibirán con entusiasmo esta peculiar forma de procesionar se reinstaura en la Semana Santa de Cangas.

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