Mª Asunción ‘Marita’ Varela fue atropellada por su vecino el pasado domingo a las puertas de su casa de Areacova
Todavía con el miedo en el cuerpo y un brazo en cabestrillo, María Asunción ‘Marita’ Varela relata lo que ocurrió el domingo pasado por la tarde a las puertas de su casa de Areacova, en la parroquia de Aldán. Regresaba con a su marido y un vecino “problemático” con el que no mantiene una buena relación por discrepancias de lindes le esperaba aparcado con su furgoneta junto al muro de su vivienda. De repente, realizó un giro con el vehículo y emprendió la marcha atrás para atropellarla por la espalda. La primera embestida fue la más grave, la tiró al suelo y la caída le provocó daños importantes que podrían haber sido todavía más graves de no haber sido por porque el muro del cierre y los golpes de su marido impidieron que continuara con la marcha. “Vi el final de los bajos de la furgoneta, estamos convencidos de que vino para matarme”, manifestó esta canguesa de 65 años que, pese a que sabían que “algo tenía que pasar” a juzgar por la actitud conflictiva y “amenazante” de su vecino, nunca pensaron que podría llegar tan lejos. “Nos amenazaba, y de hecho una semana antes intentó atropellar a mi perro, pero creíamos que era un boca chancla”, reconoció. Pero pocos segundos después del de haberla arrollado por primera vez regresó. “Vino para rematarme”, considera.
Gracias a las grabaciones, la Guardia Civil lo tuvo claro para detener a su presunto agresor, que fue puesto en libertad al día siguiente y al que se le imputa un delito de lesiones con instrumento peligroso, por el que le han impuesto una orden de alejamiento de 150 metros a la redonda hasta que se celebre el juicio. Sin embargo, Marita asegura que hay vecinos que ya le han alertado de que estos días merodeaba por la zona. “Me avisaron de que lo habían visto parado por donde suelo pasear al perro”, lo que la mantiene en alerta. No solo a ella, sino a toda su familia, que desde que ocurrió el atropello no la deja sola en ningún momento.
Este vecino, conocido como “el máquinas” en la parroquia de Aldán, es popular en el vecindario y residentes de la zona asegura que actúa contra los vehículos que aparcan en las inmediaciones de la playa de Areacova y ya ha protagonizado varios incidentes con otros vecinos.