Fuentes próximas al Concello de Cangas, a raíz de la dimensión que empieza a tomar el asunto encriptado, comienzan a desvelar datos sobre cómo se llevó a cabo el proceso de pago del rescate a los ciberdelincuentes, quien habló abiertamente de cómo se iba a proceder sin importarle las consecuencias y de qué manera se manejaron los tiempos para arreglarlo cuanto antes. Según informan a Atlántico, el paso del dinero (supuestamente los 197.843 euros) a Bitcoins fue una de las trabas iniciales, lo que provocó que el inicio de recuperación de datos se retrasase cuatro días.
PUJA A LA BAJA
También ha trascendido que fue la propia alcaldesa, la nacionalista Araceli Gestido, quien delante de al menos tres personas, reconoció y habló abiertamente de que su gobierno iba a proceder a pagar el rescate que solicitaban los ciberdelincuentes, pese a que esta indicación era contraria a las recomendaciones dadas por la Guardia Civil en el momento en el que se denunció la intrusión al sistema informático del Concello. También hubo conversaciones sobre quién había logrado negociar un rescate más bajo. Y las mismas fuentes explican que el mismo día en que Gestido habló de este tema, por la tarde el concelleiro de Urbanismo, Antón Iglesias, manifestó que quien había logrado “abaratar” el importe que pedían los hackers había sido él y no el que fuera edil de Hacienda, Óliver Álvarez, quien acababa de entrar en el gobierno para dimitir apenas unos meses después.