La Policía Local ha tenido que intervenir esta tarde en el local municipal de Cáritas alertada por los vecinos ante los gritos que se escuchaban en el interior
Familias de Moaña denuncian que el párroco de la iglesia de Carmen de Moaña reparte alimentos caducados hasta casi de un mes. «Soy usuaria de Cáritas desde hace tiempo y en innumerables ocasiones nos dan la bolsa entera de productos caducados: leche, yogures… Y de mucha caducidad… incluso de meses», explica María, que prefiere no identificarse con el apellido para permanecer en el anonimato. Además, añade, «cuando te dan comida congelada, ellos te dicen que no la puedes volver a congelar porque ellos ya lo han hecho en varias ocasiones, la cadena de frío la han roto muchas veces ya y eso puede suponer un peligro para las salud de las familias».
Las quejas sobre productos pasados de fecha vienen de atrás y se suman a otras obligaciones que, según estas personas, impone el sacerdote Don José Luis Muñiz. «Porqué tengo yo que estar en plena calle esperando que un señor diga mi nombre y mi apellido en alto delante de veinte personas que aguardan en la acera cuando yo no quiero que se sepa. Creo que se le está yendo de las manos al párroco», cuenta María. Una opinión compartida por otra afectada, Ángela Fernández, una madre soltera que lleva años recogiendo alimentos en el local municipal de Ramón Cabanillas de Moaña (el bajo del edificio donde se ubica la sede de Protección Civil) y que ya ha puesto una queja en Cáritas de Santiago de Compostela.
«Nos obliga a rezar en la acera antes de entrar y va diciendo en voz alta los nombres delante de todos los que esperamos en la acera a entrar para recoger los alimentos, nos está haciendo la vida imposible a mí y a otros muchos», critica. «A los que no hacemos lo que él quiere y protestamos, nos niega la bolsa de comida y nos obliga a ir por ella a las 20.30 horas de la tarde a la Iglesia, a lo cuál yo me niego», dice esta moañesa que, indignada y enfadada, se ha presentado esta tarde en el local de Cáritas y se ha encarado con el cura y con el resto de personas que le ayudan en el reparto. El enfrentamiento ha sido tan fuerte y los gritos tan altos que, incluso, los vecinos han solicitado la intervención de la Policía Local. «Entro con mi bolsa vacía para que me pongan la comida y me echan fuera diciéndome que allí no… Una de las señoras, después de tantos años, sale a decirme que no tengo los papeles de Cáritas en regla…. Que ella sabe que no cumplo los requisitos `porque pagas autopista´, relató a morrazonoticias Ángela pocos minutos después del incidente.
Desde el Concello, propietario del local en el que está instalada la sede de Cáritas Moaña, son conscientes de las quejas de algunas de estas familias y ya han mantenido una reunión con el párroco para informarle del malestar que se está creando entre los usuarios, muchos de ellos de otras religiones, ateos o que simplemente quieren que se les respete. Aunque aseguran que no le han amenazado con retirarle el uso del local sí le recuerdan que se trata de un espacio público en el que tiene que tratar a las familias con respeto y no despreciarlas por sus condición religiosa.