Al IES As Barxas han acudido prácticamente la mitad de los alumnos de bachillerato y al de A Paralaia casi todos
El inicio voluntario de las clases presenciales en bachillerato ha sido totalmente irregular en la comarca de O Morrazo. Mientras en Moaña y Marín el balance de las direcciones de los dos institutos es muy positivo, en Cangas, Bueu han sido muy pocos los alumnos que se han desplazado a los institutos para dar clases presenciales. Al IES As Barxas han acudido 35 alumnos de los 57 matriculados, aproximadamente la mitad, y todos ellos han cumplido las medidas de seguridad y prevención decretadas por las autoridades competentes y trasladadas por el centro a los jóvenes el pasado viernes. Entre ellas, medirse la temperatura antes de salir de casa esta mañana y llegar con tiempo suficiente para realizar una entrada escalonada.
El otro IES de Moaña, A Paralaia, también está satisfecho con esta vuelta a las clases atípica. Aunque al principio sólo entraron una decena de alumnos finalmente a lo largo de la mañana los de segundo de bachillerato se han ido incorporando prácticamente todos. Cuestión diferente son los ciclos, que únicamente se acercan para resolver dudas concretas puesto que están en las prácticas.
También el IES Illa de Tambo de Marín ha recibido a la mitad de su alumnado a primera hora de la mañana, aunque según la dirección, la cantidad ha sido cambiante dada la asistencia voluntaria a las clases.
Cangas y Bueu, sin embargo, continúan mayoritariamente como estaban. En el IES Rodeira las clases presenciales están convocadas para mañana aunque no confían demasiado en que los alumnos se desplacen al centro y creen que van a seguir «en modo online». Hoy, dos exámenes, han reunido a dos decenas de jóvenes.
Por su parte, el IES Johan Carballeira apenas ha recibido a diez alumnos y están convencidos de que seguirán en esta línea. Todos un «descontrol», opinan, tener que compatibilizar las clases presenciales con las telemáticas.