Desiré González se proclamó campeona de la prueba Galo do Río en una puja entre 16 hombres y 3 mujeres
El colorido de las madamas y los galanes del Entroido de Cobres no pudo venir mejor para una jornada gris como la de ayer. Por la mañana, siguiendo con la programación prevista, las parejas recorrieron los barrios para llevar la alegría a todos los rincones del municipio. Ya por la tarde llegó la Corrida do Galo. Un Martes de Entroido que congregó a miles de personas con ISI de la TVG y la predicadora Leti da Taberna como estrellas invitadas. De esta manera, y con esta presencia femenina, el Entroido de Cobres recuperó una figura algo olvidada en los últimos años, fusionando así tradición e innovación. Trasladando una fiesta ancestral declarada de Interés Turístico de Galicia en 1999 a la actualidad, pero sin perder una sola pizca de atractivo.
La tradición oral acredita la existencia de un predicador, siempre masculino, encargado en el martes de Entroido de hacer un repaso social de la vida del entorno en tono mordaz; una especie de “mediador” en los conflictos tanto políticos como de convivencia que fue quedando relegada en una jornada en la que los juegos populares, los concursos y las murgas fueron ganando protagonismo.
El Entroido de Cobres, por primera vez en siglos de historia, convirtió a una mujer, Leti da Taberna, en predicadora. Los miles de personas que siguen a diario a esta creadora de contenido en gallego en sus diferentes perfiles fueron un factor importante en esta elección por parte del Concello y de la Asociación Cultural Cobres, pero también la defensa continua que hace del patrimonio inmaterial gallego, de la cultura y de las costumbres. Además, para ella Vilaboa no es una villa desconocida, ya que durante un tiempo de su vida desarrolló su faceta profesional en el municipio, “ainda que nunca me cuadrou poder disfrutar do Entroido”, manifestó.
Ardua batalla
La Corrida do Galo es el evento principal del Martes de Entroido en Vilaboa. Tras una mañana por los barrios, dio comienzo en el momento en que las madamas y los galanes hicieron su entrada en el recinto de las fiestas ataviados con sus trajes tradicionales. Es ahí donde la juventud cogió el protagonismo para participar en lo juegos populares tradicionales, entre el que se encuentra la conocida ‘Corrida do Galo’. Eso sí, en los últimos tiempos con un animal de trapo, aunque en sus inicios no fuese así. Por el resto, siguen la tradición paso a paso. Eso sí, con mayor presencia femenina en la pugna por atrapar al Galo. Dieciséis hombres y tres mujeres participaron en la prueba celebrada en Riomaior y cinco vueltas bastaron para que por primera vez una fémina se hiciese con el ovíparo. Desiré González logró descolgarlo del árbol tras un reñido equilibrio que se prolongó a lo largo de una hora. También alcanzó el Galo da Bara Abel Fernández Meira en solo unos minutos, para rematar con la Corrida do Galo en la que el joven Braian García se alzó como vencedor después de una ardua lucha sobre el barro.
Una batalla que siguió las reglas que marca la tradición. Recorrieron todos los gallineros en la busca del mejor gallo para ponerlo a disposición “dos vellos”, quienes son los encargados de cuidar del gallo y vigilarlo para que nadie se lo lleve. Estos “vellos” de la corrida, guardianes del gallo, sin un ropaje propio, con la cara cubierta, y armados con palos, estacas, «fungueiros» bajaron con el gallo con las patas atadas e hicieron como si lo enterraran en un agujero hecho con anterioridad, tapándole con tierra tan solo las patas.
La programación continuó en el interior de la carpa con la entrega de los premios del concurso de disfraces para dar paso a la Danza das Espadas y las danzas de un Entroido que puso el broche de oro con la Quema do Galo bajo el testamento de Leti da Taberna. Ahora toca decir hasta el año que viene con la esperanza de que la declaración de Festa de Interés Turístico Nacional esté más cerca.