Es el padre del jefe de la Policía Local de Cangas, Alberto Agulla, y su mayor afición es subirse a la bicicleta estática que tiene en el salón
Adolfo Agulla Reyes ya es un centenario. Hoy se ha convertido en el primer hombre de la parroquia de Pareces en alcanzar la edad de las tres cifras, los 100, y lo ha celebrado de una manera especial, con la visita del alcalde de Vilaboa, César Poza, y la edil de Servicios Sociales, María Canosa.
Agulla ha sido toda su vida un hombre humilde y trabajador desde los 12 años, marinero en la Ría de Vigo, cantero y albañil en la época que tocaba ganarse el pan, tanto dentro como fuera de Galicia. Con 15 años y por pocos meses se salvó de no participar obligatoriamente en la Guerra Civil.
Lleva al lado de su compañera de fatigas, Elvira Bará, 75 años, y es padre de tres hijos, cinco nietos y cuatro bisnietos. Presume de tener una saga de policías locales, sus hijos, dos de ellos ya jubilados y el tercero, Alberto Agulla, inspector jefe de la Policía Local de Cangas. Aunque eso sí, dice que a él la música militar nunca le supo levantar.
Su mayor afición actual es subirse a la bicicleta estática que le acompaña en el salón, aunque a veces le da un sustito como en la víspera del cumple que le llevó a urgencias… dos puntos en la frente y a seguir.