Gabriel M. P. saliendo de los juzgados de Marín.

Tras declarar en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Marín, se la acusa de un delito de tentativa de homicidio con agravante de parentesco

Prisión provisional, comunicada y sin fianza para Gabriel M.P., el joven de Bueu de 39 años detenido el pasado viernes por la Guardia Civil acusado de darle una brutal paliza a su madre en la tarde del pasado viernes en su casa del barrio de As Meáns y dejarla en estado crítico por los fuertes golpes en todo el cuerpo y, especialmente, en la cabeza y en la cara. Se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco o, subsidiariamente, un delito de lesiones graves en el ámbito de la violencia doméstica. Según ha podido saber Atlántico en declaraciones de su abogada, Olga Fariña, el investigado prestó declaración y contó su versión de lo ocurrido.

Gabriel entró en las dependencias judiciales por primera vez pocos minutos después de las diez de la mañana de ayer. Lo hizo esposado, a cara descubierta, sonriente y muy tranquilo, vestido con una camisera azul del RC Celta. En ningún momento mostró signos de arrepentimiento o preocupación, ni se escondió de la prensa que lo aguardaba en la puerta de los Juzgados de Marín. Así permaneció durante las más de cuatro horas de la mañana que estuvo en la planta baja del edificio judicial custodiado por la Guardia Civil,  a la espera de sentarse delante de la jueza de Instrucción número 2, en funciones de guardia. Sin embargo, este hecho no se produjo hasta media tarde, lo que obligó a los agentes a trasladar al detenido a los calabozos de Pontevedra para comer, y más tarde, en torno a las 17:00 horas, conducirlo nuevamente hasta Marín para que prestara declaración. 

Quienes sí pudieron dar todas las explicaciones oportunas por la mañana fueron su hermano y su padre, que coincidieron en el interior de las instalaciones con el acusado de homicidio imprudente. A su salida no quisieron hacer declaraciones.

Según ha trascendido por miembros de la familia, Gabriel vivía en una dependencia independiente de la vivienda familiar, de gran tamaño, a la que solo él tenía acceso y llevaba alrededor de ocho meses sin tomarse el tratamiento para la enfermedad mental que padece. A esto se unió, explicaron, las compañías poco recomendables que tenía últimamente. El del pasado viernes no sería la única vez que pegó a sus padres en los últimos días. Precisamente, el progenitor cuenta actualmente con hematomas en un brazo de una supuesta agresión unos días antes de herir de gravedad a la madre, de la que en 2013 tuvo una orden de alejamiento también por maltrato y que ahora ya no estaría vigente. 

¿CÓMO OCURRIÓ?

Las mismas fuentes cercanas al núcleo familiar explican que fue el hermano del detenido el que encontró a su madre tendida en el suelo del baño sobre una gran mancha de sangre. En ese momento llamó a su padre, que trabajaba en una finca en la parte trasera de la casa. Creen que Gabriel aprovechó que ninguno de los dos se encontraba cerca de la víctima para agredirla gravemente. 

La mujer, de 72 años, sigue grave en el hospital Montecelo, aunque habría mejorado y los médicos ya no temen por su vida.

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