Reclaman que todos los adjudicatarios de licencias estén obligados a trabajar como taxistas en exclusiva todo el año para dar un buen servicio en los meses de mayor demanda
Cangas cuenta con 11 licencias de taxis frente al medio centenar de la década de los 90, pero sobre el terreno, durante los meses de verano, todavía son menos. Según el sector cangués, algunos de estos adjudicatarios prefieren dedicarse a la hostelería en la época de mayor afluencia turística y dejar el volante para el invierno, garantizándose así el trabajo en los meses más fríos en el termómetro y también sobre el asfalto. Esto provoca, explican los críticos, que en verano «no seamos suficientes» y que en invierno «haya que repartir la poca clientela entre todos». Por este motivo, una de las reclamaciones al gobierno local es que corrija y combata la falta de exclusividad en la profesión para ofrecer un buen servicio y evitar los enfrentamientos y las divisiones que esto genera entre compañeros. Consideran desde el sector que «antiguamente era factible porque había muchos coches y al ser autónomo podías dedicarte a varios trabajos pero ahora que somos pocos no debería de permitirse». La nueva ordenanza, basada en la legislación autonómica, recoge este requisito como un motivo de retirada del permiso. «Falta de dedicación da persoa titular á actividade de forma única e exclusiva», reza textualmente en el Artículo 10.
Sin embargo, los taxistas de Cangas desconocen por ahora si esta y otras demandas han sido tenidas en cuenta por el gobierno local antes de presentar la normativa a pleno. Realmente es la más importante, porque reconocen que en el resto «no va a cambiar nada» y que muchas de las cláusulas son «inviables». «El problema aquí es que en momentos puntuales hacemos falta más taxis y no se puede tener una licencia temporal. Además, cada taxi podría tener otra persona contratada para no parar pero los seguros nos atracan y nos queman», indicó el taxista cangués José Manuel Novas avanzando que «habrá alguna alegación a mayores, seguro».
La ordenanza es una «copia» de otros concellos y normativa autonómica y «hay cosas con las que estamos de acuerdo y otras con las que no». «No todo lo que se presenta en la ordenanza se va a llevar a cabo, como el servicio 24 horas o que la persona a la que se transfiera la ordenanza tenga que estar empadronada en Cangas», considera Óscar Chamadoira, que tampoco ha leído el texto porque desde la reunión inicial para trasladar sus demandas no han vuelto a sentarse con el gobierno local ni se les ha enviado una copia. «Iba a ir al pleno de mayo pero nos dijeron que faltaba la opinión de los portavoces del resto de partidos de la corporación», expresa. El gobierno local trasladó el documento a la oposición esta semana de cara a la junta de portavoces que tuvo lugar este lunes.
«Queremos que controlen a los compañeros que trabajan y los que no lo hacen», exige Yolanda Porto en relación a quienes explotan «parcialmente» la licencia y «no atienden la parada». «El Concello tendría que revocar esa situación de manera que elijan la hostelería o el taxi», reclama.
LA CENTRALITA
Respecto a que el sector del taxi cuente con una centralita, Porto lo ve «inviable». «Con 11 taxis es imposible mantenerla», afirma pero aclara que nunca solicitaron al gobierno que la asumiese. «Este Concello que no tiene para nada nos va a pagar la centralita, no se lo cree nadie, y no no nos podemos comparar con Vigo o con Pontevedra, aunque hayan copiado el texto de otras ordenanzas, hay que adaptarlo a nosotros», sentencia. «Se va a aprobar una ordenanza porque hay que tenerla, pero que todos los puntos se vayan a cumplir por ambas partes, hay un abismo».