El hijo de la vecina de Bueu de 72 años que lucha por su vida en el hospital Montecelo de Pontevedra se puso a disposición del juez a las diez de esta mañana. A esta hora llegó a los juzgados de Marín pero no fue hasta la tarde cuando se sentó delante del juez para prestar declaración. Durante todo este tiempo permaneció en le interior de las instalaciones judiciales esposado y custodiado por la Guardia Civil, que durante las horas de la comida, lo trasladó hasta los calabozos de Pontevedra para después conducirlo nuevamente hasta Marín.
Según fuentes de la Guardia Civil, encargada de la investigación, la voz de alarma la dio un familiar a las 20:40 horas del pasado viernes e inmediatamente se trasladó hasta la casa del barrio de As Meáns una ambulancia del 061, que inicialmente llevó a la septuagenaria al Punto de Atención Continuada (PAC) de Bueu para posteriormente ser derivada de urgencia al centro hospitalario de Pontevedra por la gravedad de los impactos recibidos. Actualmente se encuentra en entubada en la UCI.
Agentes del grupo de Criminalística de la Guardia Civil acudieron en la mañana del sábado a la vivienda para recoger huellas y pruebas que puedan esclarecer qué ocurrió y quién o quienes pudieron apalear a la mujer hasta ese extremo. Aunque inicialmente la viviendas se encontraba custodiada para evitar que se eliminasen pruebas, ya por la tarde no quedaba rastro del precinto. Al filo de las nueve de la noche, según trasladó la Guardia Civil, se procedió a la detención de uno de sus hijos del matrimonio, Gabriel M. P. de 39 años, acusado de un delito de tentativa de homicidio a la madre. Desde entonces ha permanecido en los calabozos a la la espera de pasar a disposición judicial esta mañana.
El varón ya protagonizó escenas de maltrato familiar hace en torno a una década, donde tuvo una orden de alejamiento de la madre. Sin embargo, en los últimos tiempos no tenían conocimiento explícito de que se estuviesen produciendo problemas de este tipo nuevamente y, menos aún, de esta gravedad.