La hostelería tendrá que cerrar a las 18:00 horas y el interior debe permanecer cerrado. Las reuniones no pueden superar las 4 personas y su cierre seguirá siendo perimetral individual
Según acaba de informar el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los municipios de Moaña y Bueu quedan bajo restricciones máximas desde esta medianoche y hasta mediados de febrero dada la mala evolución de los datos de contagios en la últimas semanas. Así lo acordó el Comité Clínico celebrado anoche y eso significa que la hostelería tendrá que cerrar a las 18:00 horas, aunque podrá sí mantener el servicio a domicilio, y que las reuniones tanto privadas como públicas no puedan superar las 4 personas. Tanto antes como a partir de las 18:00 horas la recomendación es que los encuentros queden restringidos al núcleo familiar. «No cometamos el autoengaño de llevar el bar a casa», reclamó.
Además, se adelanta el toque de queda a las 22:00 horas y la movilidad queda limitada al perímetro del municipio salvo para cuestiones estrictamente necesarias (médico, colegios, cuidado de mayores y menores, a los comercios para la compra de lo esencial y al trabajo, aunque haciendo hincapié en que se recupere cuando sea posible el teletrabajo). «Quedan semanas duras. Si no tomamos medidas, acabaremos mal, y aun así será titánico», auguró Feijóo aun teniendo en cuenta que la situación sanitaria siendo «mala» está mejor que en otras comunidades.
La hostelería y el comercio
«Con la hostelería debemos ser más estrictos porque en estos establecimientos no se puede entrar salvo con autorización judicial y es el único sitio donde se puede quitar la mascarilla», explicó el presidente que añadió que «es injusto estigmatizar a un sector porque no hay más contagios en los bares que en las reuniones familiares pero sí hay más exposición». Teniendo esto en cuenta, aseguró que «vamos a seguir intentando mitigar el sufrimiento con ayudas» y, precisamente, esta tarde hay previstas reuniones que permitirán dibujar un nuevo plan de ayudas a los sectores afectados.
En cuanto al comercio, queda prohibido permanecer en las zonas comunes de los centros comerciales y utilizar el mobiliario de estas estancias, mientras que en el interior de los establecimientos el aforo máximo será del 30 por ciento.
Las ciudades de Vigo y Pontevedra, de momento, quedan cerradas en nivel medio-alto aunque no se descarta que en los próximos días pasen a las restricciones máximas. «Hemos hablado con los alcaldes y en este momento los datos lo permiten pero advertimos que todo parece indicar que en los próximos días podremos vernos en la obligación de restringir al máximo la hostelería también», explicó el mandatario autonómico.
Estas restricciones máximas afectan al 47 por ciento de la población gallega pero todos los municipios de Galicia quedan cerrados perimetralmente de forma individual al incluirse en alguno de los dos niveles más altos. No habrá ningún concello, aunque presente una situación razonable o buena, que no esté sometido a niveles de restricciones medios-altos. También se va a mantener el cierre de la comunidad que se decretó hace unas semanas y que se mantiene a día de hoy.
La recomendación básica del presidente de la Xunta «para todo el mundo es que se haga lo esencial» para evitar un confinamiento total que espera no tenga que llegar a producirse.