Se llama Sarai Bacelar y tanto ella como su pareja dieron positivo en Covid-19. Ambos han tenido que estar en habitaciones separadas y ha sido ella la encargada de cuidar del bebé de un año que tienen en común porque continúa dándole el pecho
COLABORACIÓN: SERAFÍN VALLADARES. Sarai Bacelar es una canguesa que se marchó a Italia hace cinco años para hacer el servicio de volunariado europeo. Ahora trabaja como terapeuta ocupacional y reside junto a su pareja y su bebé de apenas un año en la ciudad de Forlì, en la región de Emilia Romaña. Hace una semana tanto ella como su compañero sentimental dieron positivo en Covid-19 con todos los síntomas. Se contagió en el trabajo, varios de los chicos con discapacidad dieron positivo. Ahora ya se encuentra mejor de salud pero, aunque define la enfermedad como una «gripe dura», lo más complicado para ella ha sido cuidar de su hijo asintomático al que le da el pecho a pesar de sufrir todos los síntomas: tos, fiebre y malestar. El padre,algo más leve, también ha estado aislado en otra habitación de la casa.»Lo peor fue cuidar de mi hijo de un año cuando tienes todos los síntomas y estás sin energía», explicó Sarai a morrazonoticias.
Ahora prácticamente no tiene síntomas, pero recuerda estos nueve días con amargura. «Ha sido difícil gestionar el aislamiento con un niño pequeño, es muy muy difícil. La mascarilla no la puedes poner porque llora histérico y se asusta, él buscaba el contacto con sus padres, no entendía porque su mamá y su papá no le daban besos y abrazos como antes», añadió.
Una vez pasado lo peor en Italia, ahora tiene la mirada puesta en España, en la comarca de O Morrazo. Bajo su experiencia, cree que todas las medidas incluidas en el estado de alarma son buenas para frenar la propagación del virus pero también considera que «llegan tarde» porque «debían de aprender del ejemplo de Italia y de china para ver cómo se propagaba. Debarían de haber cerrado todo antes de que hubiese tantas personas muertas, ahora es mucho más difícil de parar».
Sarai es hija del armador cangués Carlos Bacelar. Tiene a toda su familia en la comarca de O Morrazo y por eso ahora está muy preocupada por el avance de la enfermedad en España.