El trabajo y también la pasión de Paula Seguín es la educación, pero en un ámbito diferente: educar en nutrición. Como dietista-nutricionista en el Centro de Salud de Cangas, es consciente de que la sociedad tiene un problema con la báscula y que la solución está en la prevención y en poder afrontar el problema desde el principio. Por ello, se ha creado los talleres «Detección y prevención de los trastornos de la conducta alimentaria en el alumnado». Una iniciativa que surgió casualmente durante una reunión del equipo médico cangués y que ya es una realidad. El pistoletazo de salida lo dio ayer en el IES Rodeira con el profesorado como alumnos pero todavía quedan dos más. El próximo 6 de junio se realizará en el IES María Soliño y al pasar el verano le tocará el turno al IES Montecarrasco.
¿Por qué la comunidad escolar?
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son una patología compleja de origen multifactorial cuyo inicio es frecuente que se produzca en la adolescencia, de ahí que pensáramos en los centros educativos para ofrecerles nuestra ayuda con un taller para ayudarles dotándoles de herramientas de detección y prevención para este tipo de trastornos.
Afrontarlo no es sencillo..
Los TCA se inician muy sutilmente pero no se pueden ocultar durante mucho tiempo, por lo que es importante que desde el centro educativo, el equipo docente esté familiarizado con los factores de riesgo y señales de alerta de los TCA. No podemos olvidar que los adolescentes pasan mucho tiempo en los centros educativos, en algunos casos, pasan más horas con sus compañeros y profesores que con sus familiares. Por eso que si se sospecha que el alumno puede tener un TCA es importante que los profesores sepan como actuar, como ofrecer apoyo al alumno y como derivar al profesional adecuado.
Es una cuestión a largo plazo…
Efectivamente, una vez que el alumno pide ayuda se pone en marcha el tratamiento, al tratarse de una enfermedad de etiología multifactorial es importante que el abordaje sea por parte de un equipo multidisciplinar (su pediatra o médico de atención primaria en función de la edad, psicólogo, endocrino, nutricionista), por eso que cuanto antes se detecte un TCA antes se podrá iniciar un tratamiento por profesionales especializados y mejor pronóstico.
Hay quien propone una asignatura de nutrición, ¿lo compartes?
Sería maravilloso tener una asignatura de nutrición pero tenemos que ser realistas y actualmente no disponemos de ella, así que es importante aumentar el conocimiento tanto de niños como de sus familias en una alimentación saludable. Desde el equipo de la Unidad de Apoyo Nutricional en Atención Primaria estamos muy concienciados con la actividad comunitaria y organizamos talleres periódicamente de diversa temática alimentaria (etiquetado nutricional y compra saludable, diabetes, …) para concienciar a la población con la importancia de adquirir y mantener unos buenos hábitos alimentarios.
¿Cuál es la edad más crítica?
La alimentación es importante desde el nacimiento, es fundamental alimentarse de una forma saludable en todas las etapas de la vida. Tenemos que tener en cuenta que los hábitos alimentarios se adquieren en la infancia por lo que es de suma importancia que las familias estén concienciadas con esto. Los niños aprenden por imitación de sus adultos de referencia así que si los padres no tienen buenos hábitos alimentarios va a ser muy difícil que sus hijos los adquieran.
En una sociedad repleta de tentaciones ¿Qué consejos das para afrontarlas?
Vivimos en un ambiente obesogénico con una alta disponibilidad alimentaria. Cada vez se consumen más alimentos procesados, en muchos casos no se respetan los horarios de las comidas, se come rápido con prisas, estrés, sedentarismo…La alimentación saludable empieza por la compra, es recomendable priorizar los alimentos frescos y de temporada, cocinar con poca grasa y la que utilicemos sea aceite de oliva virgen extra, no nos olvidemos del agua! evitar consumir refrescos y bebidas alcohólicas, masticar despacio y menos uso de las RRSS.