La alcaldesa asegura que no fue ella quien ordenó instalar las señales, sino la concellería de Urbanismo “por seguridad”. Alega que la prohición sólo es en horario laborable
Los vecinos de la rúa Rodeiriña de Cangas, que desemboca en las obras de construcción de los apartamentos turísticos de Rodeira, consideran una “provocación” que la mañana del viernes se instalasen dos señales de prohibido aparcar entre las 8:00 y las 20.00 horas en el lateral izquierdo de la calle con el argumento de que se hace para permitir el paso de camiones y vehículos a la polémica obra de apartamentos turísticos que se están construyendo junto a la playa de Rodeira. “Nos dicen que fue orden directa de la alcaldesa”, revelan. La concelleira de Mobilidade, la socialista Sagrario Martínez, de quien es competencia la señalización, también aseguró a Atlántico en la mañana de ayer que esta cuestión es un tema de Alcaldía, sin entrar en más detalles, y que ella no ha recibido ninguna petición. Sí recordó que en octubre sí había permitido el montaje de unas vallas móviles para cuando se requiriese el paso de vehículos de gran tamaño.
Sin embargo, la regidora, Araceli Gestido, preguntada por esta cuestión, desmiente que fuera ella quien otorgó el permiso y manifiesta que lo hizo el departamento de Urbanismo que dirige Antón Iglesias “porque es consecuencia de una licencia urbanística”. “El promotor solicitó a Urbanismo y pagó el permiso para la ocupación de vía pública para esa obra, que incluye el espacio para contenedores y para la seguridad de la obra”, explica y aclara que “las señales son para facilitar la entrada y salida de vehículos de la obra” y que “se colocaron para garantizar que se haga con seguridad y evitar, en la medida del posible, accidentes mientras duren esos trabajos”. De hecho, defiende la alcaldesa, en este caso, “para ocasionar las mínimas molestias posibles a los vecinos, se ponen señales que impiden aparcar solo en el horario laboral, de manera que fuera de este, se puede aparcar como siempre”. En cuanto al criterio “fue que esas señales resultan menos molestas que vallar la calle”.
A AMBOS LADOS
Describen que la Policía Local iba con la intención de instalar la señalización vertical en ambos lados de la vía y que, tras las quejas del momento, lograron que solo las colocaran en uno de los márgenes “pero no descartamos que cualquier día nos levantemos con la prohibición en los dos sitios. “No vamos a permitir que se privatice la calle en favor de una persona, cuando hasta ahora no hubo ningún problema para que pasasen los camiones», aseveraban mientras señalaban la necesidad de aparcamiento en la zona “porque hay unas pista deportivas, está la playa, el instituto, bares…”. “Nos dicen que vayamos a aparcar a la zona de A Rúa”, confiesan una decena de vecinos indignados que aseguran no van a consentir este “abuso” que se suma al malestar instalado en el barrio como consecuencia de la obra de apartamentos.