La estatua de madera que el escultor local Yosi prepara junto a la capilla de San Benito, en la parroquia de Domaio, está prácticamente terminada a falta de los últimos retoques y de aplicarle los tratamientos adecuados para evitar su deterioro y permitir la conservación. Hace ya varias semanas que el tronco del eucalipto que acarreó tanta polémica porque algunos vecinos denunciaron su envenenamiento, se encuentra totalmente cerrado y envuelto en un plástico de grandes dimensiones de color azul para permitir el tallado seguro del tronco y que su corte no suponga daños a vecinos y usuarios del entorno. Además, por supuesto, de mantener la incertidumbre hasta el final sobre el resultado de la estatua que presidirá el paisaje de la capilla. Una vez finalizada la talla, se procederá a instalar en las inmediaciones una barandilla y adecentar la zona próxima.
Desde la comisión de fiestas anterior, que fue la impulsora de esta estatua en colaboración con la comunidad de montes de Domaio, aseguran que retirarán el andamiaje y los plásticos en cuanto esté totalmente finalizada para que todo el mundo pueda apreciar la obra de Yosi.
A la polémica sobre la supuesta muerte del árbol se unió después la de los permisos de las diferentes administraciones implicadas, entre ellas Patrimonio, y del propio Arzobispado.