La propiedad dice que uno de los motivos de la compra fue “devolvérsela a los vecinos de una vez por todas”
El futuro de la capilla de Santa Marta, en la parroquia de Darbo, Cangas, estaba en el aire hasta ahora. Estrena dueño. Ha sido adquirida en las últimas semanas por un vecino y por su esposa. El propietario asegura que uno de los motivos que les llevaron a comprar la parcela en la que está incluida la capilla es, precisamente, el de tener la potestad de mantener su uso común por parte del pueblo. “Queremos enviar un mensaje de tranquilidad, así se lo trasladamos tanto al Concello de Cangas como también a la presidenta de la asociación, porque nuestra intención es que la capilla pase a manos del Concello», manifiesta a este periódico incidiendo a lo largo de la conversación en que su intención y la de su pareja “es devolverle la capilla a los vecinos de una vez por todas» y que entendían que «la mejor manera de asegurar eso es que sea el Concello de Cangas quien pase a ser propietario-gestor de la capilla».
Muestra de esta predisposición es que no cuentan con una copia de la llave de la capilla, aunque tendrían derecho a ella como dueños, y la sigue teniendo la AAVV. Actualmente están en conversaciones con el gobierno local con la intención de llegar a un acuerdo pero por el momento no hay nada cerrado. Eso sí, confían en que terminen en buen puerto porque “las cosas van bien”, avanza, “pero las cosas requieren su tiempo”.
Los propietarios, vecinos de Santa Marta, no han querido dar detalles de cuándo inició las negociaciones para comprar la parcela ni de cuáles son los puntos clave de esas conversaciones con el ejecutivo local, pero sí reconocen estar al tanto de toda la polémica que desde meses atrás rodea a la titularidad de la capilla.
El revuelo en la parroquia de Santa Marta comenzó en junio del año pasado cuendo a la asociación vecinal llega la noticia de que tres personas habían solicitado la inscripción en el Registro de la Propiedad de Cangas de toda la parcela, en la que estaba incluida la capilla. Eran los herederos. En ese momento saltaron las alarmas porque temían perder el uso público de este inmueble catalogado por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Pidieron a Concello y Xunta que lo evitasen y fue entonces cuando, supuestamente, el concelleiro de Urbanismo, Antón Iglesias, trató de llegar a un acuerdo de adquisión con los tres dueños que se demoró en el tiempo. Confiados en que con la entrada de 2024 se retomarían las conversas se toparon con la sorpresa de que un tercero ya se había hecho con ella por un precio que no ha trascendido. Según los vecinos, la información que tenían era que el Concello había reservado 10.000 euros para la compra.
REUNIÓN DE URGENCIA
Tras enterarse Pleamar convocó una reunión de urgencia en la que mostraron nuevamente su máxima preocupación y criticaron la falta de información por parte del edil de Urbanismo. En el acta levantada del encuentro agradecen “a los nuevos propietarios que habían preguntado, si queríamos que el terreno se donase a la asociación o al Concello” y sienten «no poder aceptar su oferta porque es un bien que nuestra asociación no puede mantener”, manifestaron para comprometerese a “cuidarlo y a fomentar las actividades”.
También plantean demandas de calado. “Nosotros estamos de la cuerdo con cumplir el retranqueo, lo que se acordó con los antiguos propietarios. Y que es, que tengan acceso por la calle Quiringosta. Después de buscar asesoramiento técnico ”lo que más nos aconsejan es que desvinculemos la capilla definitivamente del otro terreno»