Los propietarios de parcelas pintan sus entradas de amarillo ante la falta de señalización en el vial de Preguntoiro.

Poner orden en el caos que viven los vecinos de la parroquia de O Hío cada verano por la aglomeración de coches estacionados en las inmediaciones de las playas es el dilema que tratan de dirimir los diferentes gobiernos locales de Cangas. Para el actual, el tripartito BNG-PSdeG-IU, la solución está en que la única patrulla de la Policía Local que opera durante el día se encargue de regular el tráfico en las salidas y entradas a la parroquia de O Hío. Así lo expresó tanto la edil de Movilidad, Iria Malvido, como su compañero de gobierno, el concelleiro de Urbanismo, Antón Iglesias, durante el debate de la moción del PP en la que pedían un plan urgente de tráfico para esta parroquia ante la llegada inminente de la temporada estival.

Si bien, también ambos reconocieron, con mayor claridad Iglesias, que su preferencia sería «prohibir» el acceso de los turistas a O Hío. «La alternativa al control por parte de la Policía que, personalmente, no me disgustaría llevar adelante sería la de limitar el acceso de turistas a la parroquia, pero no podemos hacerlo», manifestó textualmente el también portavoz del BNG en el salón de sesiones. Entonces, añadió, «lo único que podemos hacer es que sea lo más fluido posible y para eso llevamos a cabo obras enfocadas a ayudar a esa fluidez, intentando hacer calles de un único sentido, que permitan que la circulación tenga entrada y salida por un sitio diferente para evitar atascos».

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