El gobierno local solicitó al Sergas alguna protección para los pacientes pero, tras rechazarlo, el consistorio decidió asumir el gasto de 400 euros mensuales
El Concello de Vilaboa instaló una carpa de 40 metros cuadrados a las puertas del centro de salud para facilitar a los usuarios una mínima protección ante la lluvia y el frío al tener que prolongarse las esperas en el exterior debido al protocolo derivado del Covid-19.
Teniendo en cuenta que la edad media de los usuarios que se acercan diariamente al centro de salud supera los 60 años y tras comprobar que las esperas son largas en algunas jornadas, el consistorio solicitó al Sergas la instalación de algún elemento de protección que paliara los efectos de las bajas temperaturas y las condiciones climáticas características del invierno en Galicia, y particularmente en Vilaboa.
Según el gobierno local, «el Sergas rechazó la petición municipal por lo que el ejecutivo que preside César Poza decidió asumir con fondos propios la instalación de la carpa mediante un sistema de alquiler que tiene un coste para las arcas locales de 400 euros mensuales». Se trata de un gasto imprevisto, indican desde Alcaldía, más que asume el Concello de Vilaboa para hacer frente a las medidas que es necesario implementar la causa de la pandemia y por los que no recibe aportación alguna extra de la administración autonómica.
“Era inhumano ver a la gente hacer cola a la lluvia y al frío mientras esperaba su turno para que los vea el médico», consideran aunque son conscientes de que «Vilaboa no es el único concello que tuvo que tirar de fondos propios para solventar esta situación, pero cuanto más pequeño es el municipio menos recursos tiene y resulta incomprensible la insensibilidad del Sergas con este tema”.
La carpa quedará instalada ante el centro de salud el tiempo que sea necesario. “No puede ser de otro modo. Es absurdo que se tomen todas las precauciones posibles para no contagiarse de Covid-19 y después que el Sergas no proteja a los pacientes de coger una gripe”, valora Poza.