Una mesa del comedor social de Cangas preparada para recibir a los comensales.

Un “repunte” de la inmigración y usuarios derivados por el Concello obliga a dar un 30 por ciento más de servicios, lo que supone una media al día de 80 personas al día

El comedor social de Cangas, el único de la comarca, ha visto cómo en el último año se ha disparado el número de usuarios, entre un 25 y un 30 por ciento con respecto a 2023. Eduardo González, directivo,  asegura que este aumento de servicios se debe al incremento de la inmigración. Un “repunte» de ciudadanos sin recursos procedentes, fundamentalmente, de Sudamérica que acuden a los Servicios Sociales del Concello de Cangas y que este departamento deriva al comedor para garantizar que diariamente tengan un plato con comida. Cada día atienen a una media de 80 personas de “todos los perfiles”. Acuden, explica, personas con problemas de drogadicción, otras que viven en la calle, pero también familias completas con sus hijos que no tienen otra forma de asegurarse diariamente un plato de comida sobre la mesa. 

Hasta el número 4 de la rúa Lisboa de Cangas, donde se ubican las instalaciones sociales, se trasladan diariamente ciudadanos de toda la comarca. Aunque el 80 por ciento son vecinos de Cangas, el 20 por ciento restante corresponden a usuarios que llegan de Moaña y de Bueu.

TRABAJADORES Y VOLUNTARIADO

Dar de comer diariamente a casi un centenar de personas fuerza, además, a contar con una infraestructura humana capaz de hacer malabares para organizarse y poder sumar jornada tras jornada, también en el mes de agosto, personal suficiente que suponga el mínimo costo para atender a los usuarios, analizar su situación y ya sobre el mantel, servir, atender y recoger para que todo vuelva a quedar preparado para el día siguiente. 

Gracias a la colaboración económica de la Xunta pueden asumir la labor a media jornada de la trabajadora social y de una cocinera. La Diputación abona otro pequeño pellizco para sufragar los gastos de quien se encarga de la recogida de los productos en supermercados y el Banco de Alimentos. 19 voluntarios lo hacen sin ningún ánimo de lucro.

Un convenio económico prometido por Servicios Sociales

La directiva del comedor social asegura que mantuvo una reunión previa con la concelleira de Servicios Sociales, la nacionalista Leo Gala, en la que la edil se comprometió a reservar una partida en los presupuestos municipales que en ese momento se estaban elaborando y que más tarde acabaron aprobándose en pleno. El objetivo, esplica Eduardo González, es “estabilizar” la aportación municipal “porque la mayoría son vecinos de este municipio”. Reconoce que el pasado mes de diciembre el tripartito les dio 10.000 euros del remanente pero considera que “lo ideal” sería tener una partida fija “ya que nos derivan a muchos usuarios”. La intención, dice este directivo, es volver a tener otro encuentro con Gala para tratar este asunto ahora que las cuentas vieron la luz.

Tampoco colaboran económicamente los gobiernos locales de Moaña y Bueu pese a que “es el único comedor social de la comarca de O Morrazo”. Aunque desconoce si hay posibilidad, le ronda por la cabeza poder lograr algún tipo de ayuda de los tres municipios que se canalice a través de la Mancomunidade. Por eso momento todo son hipótesis, a la espera de que algún compromiso pueda materializarse por escrito.

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