Constantino Piñeiro asumió la gerencia de los centros de DomusVi Cangas y Barreiro (Vigo) el pasado 1 de abril tras hacerse efectiva la intervención de la Xunta. Catorce días después habla por primera vez de las medidas implantadas para frenar la propagación de los contagios por Covid-19 en la residencia de Aldán y prestar la mejor atención sanitaria posible a los ancianos contagiados.
MN.- ¿Podría describirme la situación que se encontró la Xunta en DomusVi Cangas tras su intervención?
CP.- La situación, obviamente, era grave y derivaba del alto número de contagios positivos que se habían producido en las últimas horas en la residencia de Aldán, junto con el alto número también de positivos en el colectivo de la plantilla de trabajadores. En ese momento se empezaron a adoptar las decisiones organizativas y de contratación para el refuerzo del personal que permitiesen garantizar desde el primer momento de la intervención la continuidad asistencial y la atención sanitaria que requerían estos pacientes.
MN- ¿Cómo está la situación en este momento en la residencia de Aldán?
CP.- En este momento estamos trabajando para ofrecer la máxima seguridad y atención sanitaria a todos los usuarios de la residencia de Aldán, bajo la coordinación y el mando sanitario del Sergas, en coordinación totalmente con el personal de la Consellería de Política Social y el de la propia empresa DomusVi en una simbiosis coordinada de atención residencial y de una intervención sanitaria que está atendiendo a uno de los colectivos más vulnerables frente al coronavirus.
MN.- ¿Cuál fue la primera medida que tomó como nuevo gerente para frenar los contagios?
CP.-La primera decisión conllevó un análisis práctico de la situación, las decisiones organizativas y logísticas que implicaba la reorganización entre positivos y negativos y la contratación automática de personal por parte del Sergas, complementado después con el refuerzo de la Consellería de Política Social y la propia empresa para atender las necesidades médicas que, con carácter inmediato, se requerían.
«La reordenación de los usuarios en función de si eran positivos o negativos fue adoptada por el Sergas desde el primer momento»
MN.- Se filtró a la prensa que compartían habitación residentes positivos con negativos mientras que otros colectivos lo negaban ¿podría aclararlo?
CP.- Las decisiones de reordenación de los usuarios en función de si eran positivos o eran negativos se adoptaron ya por parte de los responsables de la gestión del Sergas desde el primer momento para diferenciar claramente a unos de otros. La situación es mucho más compleja de lo que parece y ha obligado a una reconfiguración completa de la casa y de la distribución de los módulos y de las plantas en función de esta circunstancia. Esto es algo que ahora mismo está totalmente claro.
MN.- Las familias siguen quejándose de falta de información ¿cómo se está gestionando y qué medidas se han tomado?
CP.- Es comprensible y estamos totalmente confiados en que la situación se está reconduciendo paulatinamente. Lo que hemos hecho es reforzar las plantillas de los trabajadores encargados específicamente de esta gestión. Se están realizando llamadas y videollamadas tanto por parte de una trabajadora social contratada por la propia empresa, como de hasta 3 terapeutas ocupacionales puestas por la Consellería de Política Social, junto con el apoyo de un psicólogo clínico que está prestando también su apoyo a las familias, primero a las de los fallecidos, y en segundo lugar a las de las personas con Covid-19 positivo. Al mismo tiempo, los responsables médicos y de enfermería de la residencia están en contacto con las familias para trasladar lo más urgentemente posible la situación clínica por la que atraviesan sus seres queridos.
MN.- Se comenta que hay enfermos que han empeorado en las últimas horas ¿cree que ha pasado lo peor o tendremos que lamentar un incremento del número de fallecimientos?
CP.- Estamos hablando de una pandemia mundial, sabemos de la letalidad que manifiesta el coronavirus en toda la población en general, en particular en aquella de más edad, y en una residencia de mayores en la que viven muchas personas con una muy elevada edad, alto grado de dependencia y afectados por patologías previas, obviamente carecería de rigor hacer un vaticinio sobre la evolución. Lo único que puedo garantizar es que están todos los recursos materiales, técnicos, humanos y terapéuticos a disposición de la atención sanitaria de los residentes para evitar una evolución negativa en el número de fallecimientos y esperar a que en los próximos días la situación se vaya reconduciendo.