La asociación ha presentado una denuncia por la muerte de una gatita bebé que encontró en un transportín en unas instalaciones municipales de Ojea
La asociación de voluntarias Colonias Canguesas ha denunciado al Concello de Cangas por la muerte de una gatita bebé de uno o dos meses de vida que se encontraba en el interior de un transportín dentro de un local municipal de las naves de Ojea donde el colectivo de voluntarias guarda material. Una situación que el colectivo califica de «maltrato animal» y «negligencia» por no dar el Concello aviso a la asociación para que pudieran atender al animal de tan corta edad pese a ser conscientes de que estaba allí, indican desde Colonias.
«La presidenta de la asociación y testigo de los hechos, Paula Martínez, envió vía WhatsApp los vídeos de Vida (nombre de la gatita tipo siamés) a la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido, en busca de explicaciones. El gobierno de Cangas era consciente de la recogida de Vida y da a entender en una conversación mantenida con Paula, que era posible que llevara allí un par de días. Ella transmite que desconocía que estuviera en dicho local y pensando que el gato estaba en las dependencias de las autoridades municipales y con todo el trabajo del día se había olvidado de notificar la presencia de Vida a la asociación», relatan en el escrito emitido a la prensa relatando los hechos acontecidos el pasado viernes 9 de mayo en torno a las 20:00 horas.
La asociación Colonias Canguesas ha aportando a la denuncia «todas las pruebas: informe veterinario, vídeos del estado del animal durante el viaje, en el veterinario, etc.». Desde Colonias Canguesas exigen que el caso de Vida «marque un antes y un después, que se investiguen los hechos, que se depuren responsabilidades y se implementen protocolos de actuación para evitar que estas circunstancias se vuelvan a repetir con ningún animal».
HALLAZGO CASUAL
El pasado viernes 9 de mayo, a las 20:00 horas, teniendo programada una reunión de voluntariado para la organización de un evento próximo, explican, dos voluntarias de la asociación se desplazaron al local municipal y encontraron allí un transportín cerrado con un gato cachorro en su interior, aparentemente muerto. La asociación no había recibido ningún aviso de la recogida de ese animal. La gatita estaba viva, pero en condición crítica: deshidratación severa, hipotermia, estado semicomatoso, emitiendo maullidos leves en agonía y sin acceso aparentemente a agua, comida ni abrigo. Las voluntarias salieron inmediatamente corriendo hacia su coche para proceder a su traslado a una clínica veterinaria de urgencias en Vigo.
Durante el trayecto, relatan, mantuvieron a la gatita con calefacción, manta térmica y masajes para ayudar a su respiración. En la clínica le dieron todas las atenciones e hicieron todo lo posible para estabilizarla, pero su cuerpo no pudo aguantar la noche y Vida falleció.
Fue después cuando afirman desde Colonias que la presidenta, Paula Martínez, testigo de los hechos, se comunicó con la alcaldesa vía WhatsApp y le envió los vídeos a modo de obtener una respuesta a lo ocurrido.
«Esta omisión supone, a nuestro juicio, una vulneración directa del deber de custodia y protección de los animales por parte de la administración local», sentencian las voluntarias.