Los vecinos de la calle Andiás llevan meses soportando las peleas, los ruidos y el trapicheo de los residentes de un chalet de propiedad bancaria. “Es una comuna”, afirman
Vivir en un amplio chalet de lujo en pleno centro de Cangas y a coste cero es algo que muy pocos, por no decir nadie, puede permitirse a día de hoy. Salvo las personas que desde principios de este año residen en el número 27 de la calle Andiáns, en un lateral de la Avenida de A Coruña, al que habrían entrado utilizando la fuerza.
Hasta que llegaron ellos, esta era una zona tranquila, residencial y al alcance de pocos bolsillos. Solo basta con ojear la casa y la parcela desde el exterior para percatarse de que se trata de una propiedad con un valor elevado. Pero esa calma se rompió cuando sus ocupantes asaltaron esta vivienda, un activo bancario que cayó en manos de la banca tras el fallecimiento de su propietaria. “No sabemos cómo se enteraron que estaba deshabitada”, reconocían a Morrazo Noticias quienes desde su ventana observan conductas sospechosas de sus moradores, además de comprobar que se abastecen del suministro eléctrico y de agua públicos.
Según los vecinos, es imposible saber cuántos viven en esta casa porque “no deja de entrar y salir gente”. “Es una comuna en la que creemos que también viven menores”, afirman, en la que “se trapichea” y “se pelean entre ellos”. Cansados de sufrir los “ruidos”, “fiestas” y la “música muy alta”, incluso de madrugada, han decidido denunciar la situación, pero desde el anonimato porque prefieren evitar represalias. “Con esa gente no puedes enfrentarte”, afirman atemorizados, pero dejando constancia de que “en varias ocasiones la Policía Local y la Guardia Civil han tenido que intervenir en la vivienda, pero sin que eso suponga que dejen de molestar al vecindario”.
“Antes de verano vimos cómo sacaban todas las pertenencias de la anterior propietaria al contenedor de la Avenida de A Coruña”, describen, además sospechan que podrían estar detrás de algún acto vandálico en el entorno.
La asociación vecinal ha trasladado la queja al Concello para que intervenga en este problema de convivencia antes de que la situación pueda derivar en otras consecuencias más graves.