Tras dos meses cerrado por seguridad, el Concello ha decidido arreglarlo al no hacerlo Costas del Estado. Le pasará los gastos
Fue precintado por el Concello a principios del mes de julio al percatarse del estado en el que se encuentra la placa que soporta el paseo de A Xunqueira, a la altura de O Pontillón, en la desembocadura del río Inferno. Y así permanece cuatro meses después sin que Costas del Estado, responsable del litoral, haya actuado pese a haber sido informado en varias ocasiones por el gobierno local. La alcaldesa, Leticia Santos, reconoce que al comprobar el lamentable estado de las vigas que soportan el peso del paseo el pasado verano no tuvieron más remedio que cerrarlo al paso para evitar daños mayores y personales. Y es que los alambres están a la vista tras desaparecer el cemento que las cubría, mientras que los rasillones que los unen están destrozados. Un desgaste que podría venir provocado por la falta de refuerzo de la placa en las diferentes reformas que ha sufrido este tramo de senda marítima.
Ante esta situación, y dado que se trata de un punto céntrico y muy concurrido por los vecinos, el Concello ha decidido sanear este trozo para poder reabrirlo, pero advierte de que después pasará la factura al propietario, a Costas del Estado, al no tener obligación de asumir este gasto con dinero municipal. Las obras, valoradas en 28.018,76 euros, están incluidas en la modificación de crédito aprobada en el pleno del mes de septiembre por valor de 302.787 euros con motivo de la Liquidación del Estado que fue comunicada al consistorio en los primeros días de agosto.
Si bien se trata de una actuación que el Concello de Moaña tiene a mano poder adelantar, existen otros puntos, también responsabilidad de Costas, que urgen una reforma integral por serio riesgo de desprendimiento y cuya inversión resulta inaccesible para las arcas locales. Se trata del paseo de O Con, con continuos agujeros en el asfalto, y el mirador de O Fiunchal en A Masandía, cerrado también desde 2022 por el mal estado del muro que soporta el vial de acceso al camiño Real, con evidentes signos de hundimiento.