La asociación ecologista ADEGA afirma que hace unas semanas técnicos de la Xunta se trasladaron a Cangas ataviados con EPIS para retirar los cadáveres. El Concello lo desconoce
La delegación de ADEGA en Vigo alerta sobre la muerte de varias aves en la laguna de A Congorza, en Cangas, a causa del botulismo. Informan de que a lo largo de las últimas semanas se pudo ver a personal técnico de la Consellería de Medio Ambiente, vestido con EPI, retirar de esta laguna cadáveres de lavanco real (Anas platyrhynchos). En concreto, entre diez y quince ejemplares. Acontece esto, dicen, “meses después de que acabara un brote de botulismo”.
Fuentes de Emergencias de Cangas aseguran que “no es novedad” porque se llevan producido muertes desde principios de este año, mientras que el edil del área, Antón Iglesias, dice tener “cero constancia” de esto. “A consellería vai de vez en cando e leva mostras, sen avisar ao Concello nen ao propietario (Abanca) e sen dar resultados”, se queja el edil nacionalista.
Fue a comienzos de agosto del año pasado cuando se decretó el precintado de la laguna después de varios días apareciendo muertos alguno de los patos que en ella habitaban. Se desconocía la causa de esta mortalidad, y se barajaba, entre otras posibles causas, la gripe aviar, por el cual se procedió también a la recogida de muestras de agua para su análisis. Pasaron los meses y continuaron apareciendo más patos muertos, sin que la Consellería de Medio Ambiente mandara ningún técnico. Para cuando por fin se determinó que la causa era a toxina botulínica tipo C, en noviembre, ya no quedaba ningún lavanco vivo. Fue entonces cuando el Servicio de Patrimonio Natural activó un protocolo de actuación para conseguir el control del brote, así como la promesa de iniciar las reuniones entre todas las partes implicadas para conseguir la restauración ambiental de la laguna.
UN ESPACIO DEGRADADO
La laguna de A Congorza, también conocida como laguna de Massó, es una laguna costera de agua dulce de unos 6000 m2 de superficie ubicada en la Punta Balea. Constituye un hábitat de altísimo valor por su singularidad en el Morrazo e incluida en el Inventario de zonas húmedas de Galicia. Rodeada de vegetación palustre y especie arbóreas como sauces y laureles, se trata de un enclave de mucha importancia para la avifauna, tal y como acontece en la totalidad del espacio natural de Punta Balea. Infelizmente, la superficie de la laguna está completamente cubierta de un manto de verde por la incontrolada proliferación de la lenteja de agua (Lemna minor), consecuencia de la eutrofización de las aguas por una aportación excesiva de materia orgánica. Esto se debe, principalmente, a la existencia de filtraciones del saneamiento y a las aportaciones de pan para alimentar a los patos. Esta densa cobertura vegetal impide la penetración de la luz, lo que rompe el equilibrio del ecosistema acuático y provoca su muerte.
La laguna de A Congorza se encuentra nos terrenos de la antigua conservera de Massó y que es propiedad de Abanca, responsable de su estado y conservación.